Opinión
Sida: Despilfarro y tráfico de medicinas
El diario "La Primera" puso sobre el tapete dos hechos que han consternado a la opinión pública: De un lado el referido al despilfarro del dinero asignado para los pacientes con VIH Sida en supuestas campañas preventivas, gastando el dinero en afiches, lapiceros, etc., y de otro, el tráfico de las medicinas destinadas a los enfermos, mostrando pruebas que indican la venta ilícita de medicamentos donados.
Es importante señalar que detrás de cualquier acto de corrupción interviene no sólo la conducta inmoral y delincuencial de algún sujeto, sino, sobre todo, la falta de elementos de control, de normas y comportamientos que no toleren o hagan imposibles los actos de corrupción.
Conociendo las malas experiencias de entregar el subsidio a las instituciones y no directamente a los pacientes ¿qué ocurrió para que el Ministerio de Salud teniendo una herramienta tan importante de subsidio directo como el SIS haya tomado el atajo de los hospitales y las ONGs?. Por el momento no lo sabemos, pero alguien debería responder.
Una organización sin normas claras, con principios morales relajados y sin liderazgo, es probable que incube en su seno terribles actos de corrupción.
El Ministerio de Salud (Minsa) publicó en el Diario "El Peruano", durante el mes de febrero del 2004, la norma legal que creaba el TARGA (Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad), centralizado en 8 hospitales de diferentes puntos de la capital y en Organizaciones no Gubernamentales (ONG) debidamente "acreditadas". En la práctica, el Minsa transfiere recursos a las ONG para que estas sean intermediarias en la prescripción y dispensación de los tratamientos contra el Sida, así como en la actividad preventiva. Esto significa que el subsidio del Estado para el tratamiento de los pacientes con VIH- Sida no es un subsidio directo a la demanda (pacientes), tal como ocurre con los pacientes del Seguro Integral de Salud (SIS), sino a las ONG y hospitales, es decir, a la oferta (instituciones).
Además, hay que remarcar que la norma legal aludida es genérica, escasa en mecanismos de monitoreo y control, omisión grave si se tiene en cuenta que los tratamientos antirretrovirales son muy costosos y, por lo tanto, se cumple el dicho muy sabio que reza "en arca abierta, el justo peca".
La ciudadanía espera que las investigaciones se lleven hasta las últimas consecuencias, y no se exhiba a delincuentes menores como chivos expiatorios. Hay que recordar que el diario «La Primera» ha aportado denuncias de varios puntos del país. La situación de los afectados con tan alevoso délito son indefensos pacientes, muchos de ellos abandonados y que padecen atroces sufrimientos físicos y el estigma social. Para estos delincuentes, que merecen el rechazo unánime, debe caer todo el peso de la ley. Asimismo, es necesaria una profunda investigación y sanción a los funcionarios del Ministerio de Salud que han permitido un entorno tolerante a los actos de corrupción.
Dr. Herberth Cuba García
Presidente del Consejo de Vigilancia y vocero oficial de la AMP