En portada

Decreto supremo que no llega

Niños con VIH Sida y hemodiálisis en espera

En la edición anterior de Visión Médica, hicimos un llamado al Gobierno para que solucionara el caso de los niños con VIH Sida que no reciben los medicamentos antirretrovirales, así como el de los pequeños que, sufriendo insuficiencia renal, ven peligrar el tratamiento de hemodiálisis. En ambos casos, la falta de los procedimientos adecuados significa la muerte para los pequeños. Los médicos sostienen que es una omisión al socorro y una forma de eutanasia social pasiva. Los niños, aunque enfermos al igual que cualquier ser humano, tienen el mismo derecho a la salud y a la vida. Por eso, desde este espacio insistimos en que, de una vez por todas, el Ejecutivo cumpla con incluirlos en el Seguro Integral de Salud.

Hace unos días, Moises Acuña, jefe del Seguro Integral de Salud, anunció en un medio de comunicación masivo que los niños con tratamiento de hemodiálisis vienen siendo atendidos. No obstante, las familias, los médicos y la ciudadanía en general exigimos que esto sea refrendado por el tan esperado decreto supremo que no tiene cuándo llegar. Mientras tanto, nos preguntamos: ¿hasta cuándo?, ¿acaso es humano que de mes a mes se vaya anunciando una ampliación del tratamiento en una suerte de tortura?. Bastante tienen los niños enfermos y sus familias sabiendo que el mal que padecen es una limitación para una vida normal.

Editorial

El mensaje con relación al sector Salud ha sido un listado inconexo de asuntos puntuales y ha eludido el aspecto del financiamiento de dicho listado. Ha guardado silencio sobre la desatención del programa de planificación familiar, de los niños con insuficiencia renal y VIH Sida, del nombramiento de médicos del Seguro Integral de Salud, que con tanto acierto fue señalado por la prensa. La mayor omisión ha sido la ausencia de lineamientos de política capaces de emprender un proceso de reforma del Estado en el rubro de la salud.

Por ejemplo, ha señalado que el Seguro Integral de Salud incrementará sus atenciones a 8,8 millones de personas, sin explicar cómo resolverá primero el colapso económico en que se encuentra. A renglón seguido, ha prometido que en un mes será presentado al Congreso un Proyecto de Aseguramiento Universal en Salud. Según ha señalado la Asociación Médica Peruana, se pretende que Essalud, con su ya deficitario financiamiento, resuelva la atención médica de 8,8 millones de personas adicionales.

Ha resaltado que existen 18 millones de dólares, del convenio de cooperación internacional llamado Fondo Global, para atender las necesidades de Sida, tuberculosis y malaria. Es una buena noticia, pero hay que mencionar que es insuficiente. Sólo el programa de tuberculosis debería duplicar esa cifra. De igual manera, la promesa que en el año 2004 el 100% de los niños menores de 1 año serán vacunados es un mea culpa por el descuido del programa de inmunizaciones, cuyo resultado fue el rebrote de algunas enfermedades propias de la infancia.

La sanidad de la policía se encuentra en proceso de reestructuración. Esto involucra personas, equipos, insumos y procesos, además de lineamientos de política, que lamentablemente no han sido señalados y ha planteado únicamente su tercerización.

Hay que resaltar que en el tema educativo mencionó el nombramiento inmediato de más de 5 mil docente. Sin embargo, ¿por qué no se ha referido al nombramiento de los médicos del Ministerio de Salud? No ha comprendido aún la importancia de la libertad de conciencia del médico en el ejercicio de su profesión y como derecho de los pacientes.