Que en esta Navidad la felicidad sea con ustedes y que el próximo año nuevo traiga amor y paz. ¡Felices Fiestas!, son los deseos de Asociación Médica Peruana.
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Que en esta Navidad la felicidad sea con ustedes y que el próximo año nuevo traiga amor y paz. ¡Felices Fiestas!, son los deseos de Asociación Médica Peruana.
Desde diciembre de 2013, en que se promulgó el Decreto Legislativo 1161, como parte del paquete legislativo de la reforma de salud humalista que reactivó la Escuela Nacional de Salud Pública (Ensap), se debate sobre la pertinencia o no, de contar con ese tipo de universidad en nuestro país. Sin cumplir la ley hasta hoy.
En la promulgación de esta norma hay atenuantes adicionales a la mala costumbre peruana de incumplir la ley. Uno de ellos es que no se dio una norma especial para su creación. Las universidades se crean por ley, y ésta se hizo a través de la cuarta Disposición Complementaria Final del Decreto Legislativo 1161, cuya materia legislativa es la organización y funciones del Ministerio de Salud (Minsa) y no la creación de una universidad. Es decir, se produjo un abuso de la facultades delegadas por el Congreso de la República y una violación de la Técnica Legislativa, que trajo como consecuencia la creación de la Ensap, bajo el artilugio de la reactivación.
Dr. Herberth Cuba, presidente de la Asociación Médica Peruana, informa que existe una gran corriente en el Perú a favor de los los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Sin embargo alerta que los nuevos objetivos todavía no se implementan y adecúan en el sector salud. Por ejemplo, alerta sobre la alta tasa de tuberculosis resistente que afecta a los pobladores de los cerros San Cosme y el Pino en Lima. Leer más
La Defensoría del Pueblo ha emitido el informe titulado “Los servicios de emergencia en los establecimientos de salud públicos y el acceso a medicamentos esenciales”, que ha puesto en evidencia las dificultades que tiene el sistema de salud para responder ante las necesidades de emergencias médicas que tienen los peruanos. Resalta además que debido a las falencias de las atenciones médicas que no son catalogadas como emergencias, y a la existencia de colas o listas de espera en los consultorios y servicios hospitalarios, los usuarios son obligados a acudir a los servicios de emergencias para resolver sus problemas de salud, con la consiguiente sobrecarga y hacinamiento de estos servicios.
La norma técnica del Ministerio de Salud (Minsa) sobre los servicios de emergencias, señala que “la emergencia es la condición repentina o inesperada que requiere atención inmediata, al poner en peligro inminente la vida, la salud o que pueda dejar secuelas invalidantes en la persona”; de tal manera que aquellas dolencias que no están enmarcadas en esta definición son catalogadas como, no emergencias. Con este criterio la defensoría ha encontrado que del total de atenciones en los servicios de emergencia, solo el 14.9% lo son. Es decir, 85.1% no son emergencias.
La Amazonía en el Perú es una de las zonas más precarias en servicios de salud. El abandono en que se encuentra se traduce en falta de respuesta del Sistema de Salud frente a las necesidades de la gente. Hay una mezcla de abandono, pobreza, discriminación, racismo e incumplimiento por parte del Estado para asegurar el ejercicio de los derechos fundamentales de los pobladores. Es un gobierno ausente entre las diversas etnias y sin diálogo intercultural.
Sin embargo, las comunidades ribereñas de la Amazonía han visto aliviada su situación de salud a través de las llamadas Plataformas Itinerantes de Acción Social (PIAS). Si bien es cierto que esta acción solo favorece a las comunidades que se encuentran en las riberas de los ríos navegables, es obvio que el impacto es importante.
La Marina de Guerra del Perú tiene la capacidad de operar medios de transporte fluvial, debidamente equipados con módulos para brindar los servicios estatales a las poblaciones que de otra manera nunca tendrían, como: salud, programas sociales, protección contra la violencia de género e infantil, inclusión económica, educación, registro de identidad por la Reniec, entre otros.
Luego de la aprobación, en setiembre del 2015 y por 193 líderes, de los 17 objetivos de desarrollo sostenibles, en el marco de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, se inició un debate interno en nuestro país para lograr el cumplimiento de estos objetivos. Estos objetivos plantean crecimiento económico, inclusión social y la protección del medio ambiente. Es decir, crecer, incluir y proteger. Como es obvio, resulta complicado encontrar una mezcla óptima de estos tres aspectos básicos del desarrollo sostenible. Para algunos es más importante incluir, para otros proteger el medio ambiente o el crecimiento económico. Sin embargo, el crecimiento económico es la base para lograr incluir, pero debe realizarse sin hacer daño no solo al medio ambiente sino también a la gente.
“Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos, en todas la edades” es el tercer objetivo de desarrollo sostenible, que se refiere en modo directo al cuidado de la salud de la población.
El proceso de reorganización el Sistema (Seguro) Integral de Salud (SIS) ha generado controversia y debate, porque se han puesto en evidencia los alcances de las normas que sustentan su funcionamiento frente a las necesidades de sus afiliados. Además, se cuestiona que los requisitos usados para la incorporación de sus afiliados es permisivo y sin control. La cifra del escándalo es que el SIS posee 17 millones de afiliados.
Sin embargo, un análisis más reflexivo nos indica que los afiliados pobres son 12.5 millones. Las personas privadas de la libertad son 83,500, los escolares del programa Qali Warma son 3.6 millones, las gestantes y recién nacidos son 33,733, los menores de cinco años son 462,798 y otros, como los bomberos y los beneficiarios de fallos de las cortes nacionales e internacionales, son 113,807 afiliados.
Un rubro adicional es el de los contribuyentes llamados NRUS, que ascienden a 205,432 afiliados. Y no se han tomado en cuenta los afiliados al SIS independiente y el de las microempresas. Es decir, que el rubro ligado al aporte de los propios usuarios no ha sido incorporado en el cálculo del número de afiliados al SIS. Sin embargo, la cifra es pequeña y demuestra la poca atracción que tienen para la población, que puede pagar, los servicios que ofrece el SIS.
El fundamentalismo se nutre de las fuentes: es la repetición de la doctrina primigenia, sin aceptar cambio o adecuación a la realidad. El mundo cambiante no calza con las ideas esenciales e inamovibles de los fundamentalistas. Eso es lo que ocurre con el Sistema (Seguro) Integral de Salud (SIS). Los nuevos funcionarios del SIS y del Ministerio de Salud (Minsa) han abrazado el fundamentalismo. Han detectado que lo que ha ocurrido con la salud de nuestro país es un abandono de las ideas primigenias; en consecuencia, hay que retomar los principios y las normas de épocas pasadas.
Los cambios sociales, la reducción de la pobreza, las nuevas necesidades de la gente y, sobre todo, los diversos fallos a favor de pacientes por el Tribunal Constitucional sobre el reconocimiento explícito de los derechos fundamentales, al amparo de la Constitución Política y la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, entre otros aspectos, son obviados para retomar los viejos principios.
Dr. Herberth Cuba, presidente de la Asociación Médica Peruana, informa que el 34% de los medicamentos que se comercializan en el país son falsificados o adulterados por el contrabando. Añade que no solo se afecta la economía sino que se pone en riesgo la salud de los pacientes. Propone una cruzada nacional contra este flagelo.
El Perú, a través de una sentencia del Tribunal Constitucional (TC), ha cambiado la doctrina de asignación de sexo y nombre en el Documento Nacional de Identidad (DNI) emitido por la Reniec. La doctrina dada en 2013 señalaba que el sexo era biológico en exclusividad. Además, que era producto de los cromosomas y un dato de la realidad invariable. Solo reconocía la posibilidad de cambio de sexo y nombre en los casos de hermafroditismo e intersexualidad demostrado desde el punto de vista médico.
Sin embargo el TC, el 9 de noviembre último, ha cambiado la doctrina al reconocer que «la realidad biológica no debe ser el único elemento determinante para la asignación del sexo”, y que hay que tomar en cuenta «las realidades sociales, culturales e interpersonales que la propia persona experimenta durante su existencia». La nueva doctrina adoptada por la mayoría de miembros del TC ha planteado la primacía del componente psicológico en la asignación del sexo y del nombre. Los argumentos se han basado en el conflicto entre el sexo cromosómico (biológico) y la identidad con el sexo opuesto. Se ha adjuntado documentación psicológica y psiquiátrica que demuestra ese desajuste, pero se ha remarcado que no es una patología.