Nunca más sangre con SIDA


Comparte este artículo

Otro lamentable contagio de sangre con VIH a una paciente en el Perú, ha desencadenado la justificada indignación de la población y de la profesión médica por lo que planteamos la agenda de solución:

  1. A pesar que las normas obligan a los bancos de sangre a contar con médicos especialistas estos no existen o son insuficientes para el enorme volumen de transfusiones que se realizan en el país. Los donantes voluntarios nunca son examinados por un médico especialista y su lugar es ocupado por técnicos o por tecnólogos. La relación médico donante es clave en la seguridad de la sangre. Las mejores fichas técnicas de nada sirven si se introducen datos inservibles y no son interpretadas adecuadamente. Además, el secreto profesional hace que el paciente hable directamente y sin tapujos de su vida íntima.
  2. El periodo de ventana significa, que una persona puede estar infectada con el virus sin ser detectado por las pruebas de laboratorio. El periodo no detectable del virus depende del tipo y calidad del reactivo que se usa. La prueba común que usa el sector público mantiene el periodo de ventana en 20 hasta 60 días y son de bajo costo. Hay pruebas como la PCR  (Reacción en Cadena de Polimerasa) que reducen el periodo de ventana a 48-72 horas, pero sus costos son altos. En el sector privado el costo lo asume el  propio paciente. En el sector público el paciente ignora la existencia de pruebas que disminuyen el riesgo. El gobierno al violar los derechos humanos de los pacientes deberá pagar indemnizaciones, atención médica y pensiones de por vida. ¿Lo sabrá el Ministerio de Economía?
  3. Abandonar el actual sistema de donaciones que incentiva a mentir. Los hospitales obligan a los pacientes a traer donantes para cualquier operación, aunque no la necesiten y están obligados a cumplir el requisito. Este paso burocrático muchas veces conlleva a la contratación de desconocidos que merodean los hospitales, llamados “vampiros”, que viven de vender su sangre y firmar declaraciones juradas mentirosas. Crear incentivos con mucha información para que las personas donen sangre y se abstengan cuando tengan conductas de riesgo (promiscuidad sexual, inyectables, tatuajes, entre otros).
  4. Hay que difundir el concepto de la autotransfusión. Los propios pacientes deben guardar su sangre con anticipación para futuras intervenciones. Además, incentivar a  la familia del paciente a donar, explicar los riesgos y peligros de una actitud irresponsable.
  5. Fortalecer el Pronahebas, programa que verifica la calidad de bancos de sangre  y crear un gran centro de donaciones de sangre, centralizar los recursos, tanto humanos (por escasez de médicos) como materiales, para asegurar la calidad y seguridad de la sangre humana y sus derivados. Tener “banquitos de sangre”, 100 sólo en Lima, dilapida recursos e impide el manejo seguro del sistema de donaciones.
  6. Crear el registro único de donantes en modo informatizado que detecte a los donantes repetitivos y excluirlos del sistema identificando a los “vampiros”. La intervención conjunta del Ministerio de Salud y de la Fiscalía es indispensable.
  7. Rechazar todo intento de encubrimiento que lo único que hace es generar pánico y desconfianza en la profesión médica y en el sistema de salud.   

Dr. Herberth Cuba García

Directivo de la ASOCIACIÓN MÉDICA PERUANA

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *