Gestión sanitaria, ideología y críticos imperitos


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Cuestionamientos marcados ideológicamente

Las últimas dos semanas han atizado sus críticas a la gestión sanitaria por parte de varios exfuncionarios que han gobernado el Ministerio de Salud o han sido sus colaboradores más estrechos. Es normal que eso ocurra en una democracia y pasaría desapercibido, pero estas críticas parecen ser concertadas, articuladas y teñidas con el mismo signo ideológico de los que ya gobernaron. Tampoco es difícil criticar las falencias del desempeño del Sistema Nacional de Salud, porque la realidad es evidente y tangible. Además, las encuestas, los informes de la Defensoría del Pueblo,  la Contraloría General y variados estudios de instituciones internacionales, así lo demuestran. Los epítetos que emplean son de “inercia instalada en el sector salud” y de “impericia en la gestión sanitaria». 

Un primer aspecto que critican es “los sucesivos cambios ministeriales” y la inestabilidad política. Es cierto.  Sin embargo, la crítica no va dirigida a impedir que se agreguen más cambios, sino, al contrario, para favorecerlos. Un segundo aspecto que se critica es la “ausencia del deber” de los actuales funcionarios del Minsa. Esta frase, sella con claridad la intencionalidad del crítico para favorecer un cambio, porque incluye el criterio moral descalificador.  

Un tercer aspecto es la crítica al manejo presupuestal, sobre la base de transferencias presupuestales a las regiones y hospitales y de unas anulaciones de resoluciones que se promulgaron los últimos días de diciembre para las agencias cooperantes, como OPS y Unicef, debido a la falta de “Asignación en la Programación Presupuestal Anual (PCA)” por casi 17 millones de soles. Hay que señalar, sin embargo, que esta acción es una práctica legal y prevista. Además, si se estudia la ejecución presupuestal del Minsa, año tras año, se puede constatar esa aseveración. Pero, también ha habido ministros, de la vertiente ideológica a la que pertenecen los críticos, que han autorizado, en diciembre, transferencias a otros sectores, como al Sector Defensa, por más de mil millones de soles.

Esa millonaria transferencia fue criticada en su momento y con justicia, debido a que fue, por un lado, un monto transferido cuantioso, y, por el otro, porque el dinero se transfirió a otro ministerio y para fines no ligados a la salud.  El salto asombroso en la ejecución presupuestal de fin de año es una constante que se reitera año tras año, porque sigue el ciclo de la ejecución presupuestal, que concluye a fin de año y por tanto durante este periodo es que se realizan los pagos a proveedores, luego de recibir los bienes, los servicios, las obras, las inversiones, entre otros.  Comprender el ciclo de ejecución presupuestal determinado por los procedimientos de adquisiciones públicas, explica, sin apelar a la magia, los meses en que ejecuta más que en otros. Uno de ellos es diciembre y en especial, la última quincena del año. 

Un cuarto aspecto es que no se ha avanzado en la conformación de las Redes Integradas de Salud ni en la Red Oncológica. Esta falencia se había mantenido por inercia desde el 2019, debido a la incomprensión de la importancia y las características organizacionales de una Red Integrada de Salud. La importancia de la conformación de una Red Integrada de Salud radica en la necesidad de eliminar la fragmentación y segmentación del Sistema Nacional de Salud. Es decir, de la existencia de varios ministerios que realizan actividades de salud, con sus propias normas y con un financiamiento diferenciado, según el segmento poblacional al que pertenecen sus usuarios. Esta fragmentación y segmentación impide la respuesta unitaria y complementaria frente a los problemas de salud de la gente, aspecto, grave y crucial, en las epidemias, tal como quedó demostrado durante la pandemia Covid-19. 

Las características organizacionales son incomprendidas por la equivocada idea de que las Redes Integradas de Salud corresponden al Primer Nivel de Atención de Salud, cuando estas involucran también a los hospitales e institutos. En consecuencia, la conformación de las Redes Integradas de Salud implica un cambio o transformación integral del modelo de gestión sanitaria del país, por tanto, es un proceso progresivo, con una adecuada estrategia de gestión del cambio.

Por otro lado, la Red Oncológica, es la normalización de una ruta o vía clínica de los usuarios, para la continuidad de su tratamiento, desde que ingresa al Sistema Nacional de Salud, mediante los puestos y centros de salud, así como, los hospitales e institutos, hasta que resuelva su problema sanitario o que quede ligada, como usuario crónico, por un periodo prolongado o incluso, por toda la vida. Como se puede apreciar son conceptos y realidades diferentes. 

Un quinto aspecto que critican es que no se avanza hacia un primer nivel de atención con recurso humano capacitado, medicamentos, tecnología e historia clínica electrónica. Esta crítica es curiosa, porque es dirigida por los sectores que durante la pandemia casi cerraron por completo el Primer Nivel de Atención de Salud o, también, durante el proceso de reforma de la salud, durante el periodo del expresidente Humala, lo soslayaron.

Como se sabe, la exclusión o el ninguneo del Primer Nivel de Atención está consolidado con una serie de normas, incluso, leyes. Por tanto, el fortalecimiento es un proceso, que involucra, continuidad a lo largo del tiempo. En ese sentido, el fortalecimiento del primer Nivel de Atención se da en el marco de la conformación de las Redes Integradas de Salud. A pesar de eso, en el último periodo, se ha avanzado en las diversas regiones e incluso en Lima Metropolitana. 

Hay que tomar en cuenta que el nuevo modelo de gestión sanitaria, basado en Redes Integradas de salud, consta de dos componentes esenciales: por un lado, el fortalecimiento de los servicios de salud y por el otro, la gestión de los determinantes sociales en salud, para “erradicar las causas de las causas de las enfermedades o los daños a la salud». Supongamos, que, al regresar a la casa, se encuentra que ésta se ha inundado, debido al olvido de cerrar la llave o grifo (caño) de agua. ¿Qué es lo que se haría primero?

Como es obvio, cerrar el grifo y luego “trapear”. Sin embargo, el Sistema Nacional de Salud se dedica solo a trapear, sin cerrar el grifo. Es decir, solo atiende las consecuencias mediante el fortalecimiento de sus servicios. El nuevo modelo implica, primero “cerrar el grifo” mediante la gestión de los determinantes sociales en salud.  Esta analogía explica la falacia del modelo de salud vigente y la dirección del cambio o transformación, mediante las Redes Integradas de Salud.  ¡Cuidado con los críticos imperitos!

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