Una vez más el Presidente de la República ha concluido su exposición ante el Congreso en cumplimiento de la Constitución y ha abordado los lineamientos generales de gobierno así como los lineamientos y obras sector por sector. En lo que se refiere a la salud ha mostrado incoherencia entre los lineamientos generales de gobierno y los lineamientos y obras específicas del sector.
Se evidencia una visión ministerial distinta a la visión presidencial. Por ejemplo, una gran ausencia del mensaje ha sido como articular el tema de la descentralización en salud. Existe un enorme debate sobre la forma cómo descentralizar y qué descentralizar. Descentralizar a nivel de regiones, municipios o directamente a la comunidad. Descentralizar los institutos especializados, los hospitales, los centros de salud y puestos, la planilla o solamente los servicios preventivos.
Asimismo ha señalado una serie de inversiones millonarias en nuevos hospitales, en centros de salud, en equipos, en centralización de compras de medicamentos e insumos. Es decir, enormes anuncios de descentralizar el país, pero en salud centralización, es decir, incoherencia o en el mejor de los casos ambigüedad.
Ha señalado como aspectos sumamente importantes acciones administrativas de muy dudosa eficacia y con amplio cuestionamiento, por ejemplo gastar 20 millones de dólares en vacunas contra sarampión y rubéola, dejando de gastar en enfermedades que realmente azotan a los peruanos. Hay que tomar en cuenta que contra el sarampión ya los peruanos adultos se encontraban protegidos y se ha vuelto a vacunar innecesariamente y contra la rubéola se ha podido focalizar mejor la población objetiva, lo que hubiera significado un enorme ahorro.
Ha señalado la construcción de 3 nuevos hospitales de emergencias en Lima, contrario a los 6 que señaló el Ministerio de Salud, sin antes meditar si le corresponde al Estado, o al gobierno central, y porque no a las universidades privadas que tienen facultades de medicina, la construcción de estos nuevos hospitales. Además no ha explicado si al país le interesa construir nuevos hospitales o si es solo necesario reforzar lo que se tiene y priorizar el gasto a nivel preventivo.
Ha señalado el reforzamiento del Seguro Integral de Salud, alcanzando algunas cifras, como por ejemplo, 139 mil partos en lo que va del presente año, cifra que corresponde al promedio histórico de partos, peor aún de los 100 mil taxistas y mototaxistas que prometió asegurar el año pasado, solo ha conseguido afiliar a 60 mil.
Es necesario recordar que el Seguro Integral de Salud ha sido señalado ya desde el gobierno anterior como pilar del aseguramiento universal. Pero el Presidente no nos ha dicho, como se va a conseguir el aseguramiento universal y solo ha prometido que pronto enviará un Proyecto de Ley al Congreso de la República donde hasta la fecha existen 7 Proyectos de Ley de las diversas bancadas, incluyendo la aprista, sobre el tema.
Después de escuchar el mensaje presidencial se hace necesario conocer que entiende el presidente por aseguramiento universal, pues existen 2 posiciones contrapuestas al interior de su propio gabinete ministerial, la del Ministro de Salud que desea solo cubrir con un seguro algunas enfermedades frecuentes y baratas y la de la Ministra de Trabajo que desea avanzar hacia la seguridad social universal que incluya salud, pensiones y riesgos profesionales. Ademas se hace necesario frenar el afán de gastar sin tener claro el norte hacia donde se dirige la salud en el Perú, sin el debido costo beneficio de las acciones y que la administración ministerial guarde coherencia con los lineamientos generales de gobierno.
El país y la profesión médica esperan una pronta solución a la incoherencia y la elaboración de una política de salud concertada y de largo plazo, en la que todos los peruanos tengan acceso a servicios de salud adecuados y sin discriminación alguna. El Poder Ejecutivo debe enmendar el rumbo. El Congreso de la República tiene la palabra.
Dr. Herberth Cuba García
Vocero oficial de la Asociación Médica Peruana