El cuidado de la salud de la población es un compromiso adoptado por todas las fuerzas políticas que participaron en el proceso electoral del 2006. Es además una obligación constitucional. Sin embargo, los matices de las propuestas para llegar al objetivo de que todos los peruanos tengan acceso a la salud son variables. Por ejemplo, unos plantean el aseguramiento universal en salud y otros la universalización de la seguridad social.
Es decir, para los primeros, podríamos articular un sistema de seguro para toda la población que involucre las enfermedades frecuentes y baratas, la lucha contra las epidemias y las medidas preventivas. Actualmente existen en el Congreso de la República 5 proyectos de ley en ese sentido. Por otra parte, para los segundos, podríamos articular un sistema de seguridad social que involucre pensiones, riesgos profesionales y salud. La salud entendida no solo como las medidas preventivas, lucha contra las epidemias y las enfermedades frecuentes y baratas sino también todas las enfermedades. Es decir, la protección integral de la persona. También existe en el Congreso de la República 2 proyectos de ley en este otro sentido.
Las objeciones económicas son las más difíciles de sortear en ambos casos. En el primer caso, ¿hasta cuánto se considera enfermedad barata?, ¿que debe subsidiar el gobierno?, ¿Qué hacer con el paciente cuando sufre alguna enfermedad no cubierta en el seguro por ser cara?, ¿morirá irremediablemente?. En el segundo caso, ¿cómo articular en pensiones a la ONP y a las AFP conservando su autonomía y características?, ¿Cómo articular los diversos seguros de riesgos profesionales privados? y ¿cómo financiar y articular el sistema de salud en su conjunto sin invadir los fondos de financiamiento de cada uno de los sistemas de prestaciones de salud (EsSalud, FF:AA y FFPP, Minsa, sector privado?, ¿a cuanto asciende el monto de los subsidios necesarios para una seguridad social universal?. Ambas propuestas coinciden en señalar que será un proceso progresivo y paulatino en función de la caja fiscal.
No precisaríamos de un análisis especial sobre el tema si al interior del propio gobierno aprista las cosas estuviesen claras, sin embargo eso no es así. Por ejemplo, la Ministra de Trabajo ha señalado su admiración por el segundo modelo, es decir, avanzar paulatinamente a la seguridad social universal. Ha señalado inclusive algunas ideas para abordar las pensiones, salud y riesgos profesionales. En contraposición, algunos congresistas apristas han suscrito un proyecto de aseguramiento universal en salud, es decir la primera modalidad. Por fin, aseguramiento universal solo en salud o seguridad social universal. ¿Cuál es el norte del gobierno aprista?, ¿Qué opina el Ministro de salud?
Preocupa en este contexto el relanzamiento del Seguro Integral de Salud en Villa María del Triunfo que realizó el Ministro de Salud sin antes haber señalado cuál es la orientación estratégica de su sector. La meta que se trazó de asegurar a dos millones de peruanos adicionales este año, de los cuales un millón y medio serán beneficiados gratuitamente y medio millón gozarán del Seguro Semisubsidiado, pero es imposible de cumplir si no recibe su contrapartida económica.
La contradicción es tan flagrante debido a que el propio Ministro ha señalado la grave crisis en infraestructura y equipos por la que atraviesa su sector además de señalar que en la última compra de medicamentos a través de la cuestionada subasta inversa ha tenido problemas, es decir, reconoce el desabastecimiento de medicinas.¿Cómo agregará 2 millones de nuevos asegurados al sector salud en grave crisis?. Peor aún, ya el Seguro Integral de Salud esta desfinanciado y además tiene serios problemas para acreditar con precisión el numero de asegurados. La cifra que manejó la anterior gestión es irreal. Si bien, la auditoria de las cifras está en marcha, aún falta todavía publicar los resultados. En estas circunstancias es imposible hablar de nuevos asegurados, porque falta el número real actual de asegurados lo que impediría el posterior control.
Los médicos, la Asociación Médica Peruana, soñamos con un sistema de seguridad social universal, y dentro de ella acceso a medicinas, atenciones médicas y de salud, por ello, nos complace escuchar los anuncios que amplían beneficios para los peruanos, sin embargo, rechazamos el aumento de expectativas que luego se convertirían en frustraciones. El Ministerio de Salud debe recordar el refrán que dice: “donde no hay cabeza, pobres pies”. El Perú necesita definiciones.
Por Herberth Cuba
Publicado en el diario El Correo de Cusco y Puno