Medicina al día
Los profesionales y el síndrome del burnout
Si ud.está esforzándose al máximo por cumplir con la «producción laboral institucional», apretando el acelerador para adaptarse a la sobrecarga del trabajo diario, atendiendo a pacientes «difíciles», con escaso tiempo y bajos salarios, ¡tenga cuidado¡, porque esto sólo funciona transitoriamente, pues puede llegar a perder el control de la situación, y lo más probable es que presente el síndrome de Burnout (o desgaste profesional) como respuesta al estrés laboral crónico caracterizado por agotamiento emocional, desper-sonalización y falta de realización personal, además de otros síntomas psicosomáticos, conductuales, emocionales y defensivos.
¿Pero, quiénes son los profesionales con mayor riesgo a padecer este mal típico de gente que trabaja con gente, que empieza a convertirse en un problema de gran relevancia en la actualidad?
Según estudios realizados, los profesionales de la salud y la enseñanza son los colectivos del sector público más afectados, por tratarse de profesiones que exigen entrega, implicación, idealismo y servicio a los demás, con un alto grado de autoexigencia y con una gran tendencia a implicarse en el trabajo.
También afecta a trabajadores sociales, profesionales de alto riesgo y penitenciarios, empresarios, altos directivos o en empleos rutinarios y monótonos. En el campo de la medicina, que nos interesa sobremanera, son más propensos a desgaste los médicos y enfermeros que trabajan en unidades de pacientes crónicos, graves, irrecuperables, terminales y peligrosos.
Este síndrome se presenta cuando se dese-quilibran las expectativas individuales del profesional y la realidad del trabajo diario, como resultado del agotamiento físico y/o mental por falta de dominio emocional e incapacidad de relacionarse con los que conforman su vida laboral. Se considera un trastorno adaptivo crónico y puede sobrevenir tanto por un excesivo grado de exigencia como por escasez de recursos.
Tratamiento y prevención
El síndrome de Burnout no tiene ningún tratamiento específico, ni tampoco una estrategia simple de prevención. Las terapias que se aplican están orientadas a restablecer la salud psicológica del afectado y recuperar el rendimiento laboral, y se basan en el control del estrés, el ensayo conductual y la potenciación del autocontrol. En ocasiones, es necesario un breve período de baja laboral, y en los casos más graves hay que recurrir a los fármacos antidepresivos.
La solución más eficaz para prevenir este síndrome pasaría por el establecimiento de cursos de formación destinados a aumentar la competencia psicosocial, los recursos emocionales del profesional y el fortalecimiento de la salud psicológica de los empleados.
La Asociación Médica Peruana propone la modificación del marco legal, de tal manera que el síndrome de desgaste emocional sea inscrito como una enfermedad profesional.
Para tener en cuenta
¨ El síndrome de bournot, término en inglés que traducido al castellano significa «estar o sentirse quemado, agotado, sobrecargado, exhausto», fue definido por primera vez por el psicoanalista alemásn residente en Norteamérica Herberth J. Freudenberger en 1974 como «un conjunto de síntomas médico-biológicos y psicosociales inespecíficos, que se desarrollan en la actividad laboral, como resultado de una demanda excesiva de energía». Este síndrome se refiere a los profesionales denominados de «ayuda» cuya actividad va dirigida hacia otras personas.
¨ También conocido como síndrome de Quemazón, fue considerado la plaga de fin de siglo XX
¨ Se estima que alrededor de dos tercios de todas las enfermedades están relacionadas con el estrés laboral, factor importante que interacciona con otras variables biológicas, psicológicas y sociales, dando lugar a numerosas enfermedades físicas y mentales.