Salud, Moquegua y las epidemias


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Minsa necesita ejercer liderazgo y reemplazar funcionarios

Las funciones de salud han sido transferidas a los gobiernos regionales; a excepción de Lima Metropolitana, que desde el punto de vista sanitario depende del Gobierno central. Es decir, el Ministerio de Salud (Minsa) es el responsable de la salud de los diez millones de habitantes que tiene la capital. Las deficiencias en el proceso de descentralización crearon el fenómeno de la autonomización en salud en cada gobierno regional; es decir, la fractura del gobierno nacional unitario. Además, a pesar de que la Ley de Bases de la Descentralización señala que la salud es una función compartida entre el Gobierno nacional y el regional, se ha transferido a los gobiernos regionales. Ha sido necesario debatir y aprobar la Ley N° 30895, que fortalece la función rectora del Minsa, para corregir los defectos de la autonomización. Sin embargo, aún no se ha reglamentado, pese a haber transcurrido mas de 14 meses.

Lima Metropolitana se ha dividido en cuatro zonas –Lima Norte, Lima Sur, Lima Centro y Lima Este–, cada una a cargo de una Dirección de Redes Integradas de Salud (Diris). Las cuatro Diris están a cargo de la Dirección General de Operaciones del Minsa, y a su vez del despacho viceministerial de Prestaciones y Aseguramiento. Es decir, la gestión de la salud no depende, como en las regiones, del gobernador regional, sino, directamente del Ministerio de Salud y de la Presidencia de la República. Los cargos de las más altas autoridades de la gestión de salud en Lima Metropolitana son de confianza. Es en este rubro que cobra importancia Moquegua, debido a que ex funcionarios del gobierno regional del ahora presidente de la República, manejan la salud de Lima Metropolitana. Por ejemplo, el exdirector regional de salud de Moquegua ahora es director general de Operaciones del Ministerio de Salud (DGOS) y mantiene bajo su mando las cuatro Diris de Lima Metropolitana.

La Dirección General de Operaciones (DGOS) tiene como una de sus funciones, según el artículo 110 de Reglamento de Organización y Funciones del Minsa (DS 008-2017-SA), “gestionar, operar y articular las prestaciones de servicios de salud de alcance nacional prehospitalarios, y prestaciones de servicios de salud hospitalarios de los institutos especializados y hospitales nacionales; así como, el primer nivel de atención en Lima Metropolitana”. Es decir, se encarga no solo de la gestión de los centros y puestos de salud, los hospitales y los institutos especializados de Lima Metropolitana, sino también de los servicios prehospitalarios –es decir, comunitarios– de salud pública y emergencias. En consecuencia, el rol que cumple la dirección general de Operaciones del Minsa (DGOS) es crucial para la respuesta sanitaria ante las necesidades de los habitantes de Lima Metropolitana. Moquegua no es buen ejemplo de gestión en salud, debido a las irregularidades y cuestionamientos en proceso de investigación, en la construcción del Hospital Regional de Moquegua. Ha fallado el concepto de hospital seguro y su adecuada ubicación geográfica, al haber sufrido daños por los huaicos e inundaciones del 26 de febrero del 2020. 

El desarrollo organizativo en salud de Lima Metropolitana está inconcluso. El Minsa, la Dirección General de Operaciones (DGOS) y las Diris han sido incapaces de crear aunque sea una sola Red Integrada de Salud. El propio nombre de Diris es plural, porque alude a que tiene bajo su administración a varias Redes Integradas de Salud. Sin embargo, eso no ha ocurrido. Cada una de las cuatro Diris fueron creadas con una pequeña burocracia de 50 servidores, para descentralizar y administrar la gestión sanitaria cerca al domicilio del ciudadano a través de las Redes Integradas de Salud. Sin embargo, la burocracia ahora bordea los 800 servidores en cada Diris. Han centralizado la gestión administrativa y sanitaria, contrariamente al proceso de descentralización y a las normas de Redes Integradas de Salud.

Por ejemplo, Lima Norte, no posee ninguna Red Integrada de Salud, tiene a su cargo 105 centros de salud y los hospitales de Puente Piedra (Carlos Lanfranco La Hoz), de Collique (Sergio Bernales) y Cayetano Heredia. A pesar del tiempo transcurrido no han podido siquiera esbozar alguna forma de organización sanitaria semejante a las Redes Integradas de Salud. La prensa ha puesto en evidencia las quejas de los ciudadanos, las infecciones intrahospitalarias (bacteria resistente KPC), el maltrato físico por parte de airados usuarios a médicos, las enormes colas, serios problemas en las referencias y contrareferencias de los pacientes, y la informalidad en las decisiones de salud pública, entre otros. Además, el ambiente laboral es conflictivo, las paralizaciones y las protestas son recurrentes. Lima Norte posee un clima poco propicio para enfrentar el reto de las epidemias. 

El Minsa necesita ejercer liderazgo y reemplazar funcionarios. El incremento incesante del dengue esconde otros males transmisibles y no transmisibles que también han aumentado. Las emergencias y los desastres, la atención médica y las emergencias médico quirúrgicas, así como la lucha contra las epidemias, ponen a prueba la capacidad de respuesta del Estado. Sin embargo, la elección y acondicionamiento precario (carpas y containers) para albergar a los posibles casos de coronavirus (Covid-19) en Lima Metropolitana es una mala señal, porque evidencia la poca creatividad y capacidad. El balance es imprescindible. Enmendar y avanzar.

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