Presupuesto, nuevo gabinete y Salud


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La sustentación del Presupuesto Público ante el Congreso

La sustentación del Presupuesto Público para el año 2021 en el Congreso, a cargo del nuevo gabinete, realizada el 26 de noviembre del 2020, ha sido la ocasión para conocer las prioridades y la calidad técnica de cada uno de los nuevos ministros. Y también el énfasis de la gestión del Gobierno del presidente Francisco Sagasti, frente a los problemas cruciales que enfrenta el país. Aunque el Proyecto de Presupuesto para el 2021 ha sido elaborado por el Gobierno del expresidente Martín Vizcarra, el nuevo gabinete ha participado en modo activo en la elaboración del dictamen de la Comisión de Presupuesto y Cuenta General de la República (del Congreso), además han realizado los reajustes necesarios en sus presentaciones para alinear sus prioridades de política, que implementarán durante el primer semestre del año 2021. 

El nuevo gabinete ha resaltado la fortaleza de la economía peruana, que ha permitido enfrentar la pandemia y la drástica caída de la economía sin perder su capacidad de acceso a endeudamiento externo, por más de S/ 47,651 millones, con la finalidad de cubrir la brecha fiscal. Sin embargo, ha eludido referirse a los mecanismos de ahorro público, al cumplimiento de las actas y compromisos laborales, así como a la promoción de la inversión. Al contrario, la propuesta ha sido mantener la misma estructura del gasto, con incremento de las medidas regulatorias y de control. 

Parece curioso que ningún ministro se haya referido a los problemas laborales de su sector –contrariamente a lo solicitado por el Poder Judicial, la Fiscalía, el Jurado Nacional de Elecciones, la ONPE y el Reniec– para cumplir los compromisos con sus servidores. Como sabemos, hay sectores –Salud, Educación, Agricultura, Justicia e Interior, entre otros– que requieren un trato prioritario en el cumplimiento de los acuerdos con sus recursos humanos. Por ejemplo, el Ministerio de Salud (Minsa) mantiene una alta conflictividad laboral debido al incumplimiento de actas y compromisos que aseguran la escala salarial, el ascenso, el cambio de grupo ocupacional, el cambio de línea de carrera, el cumplimiento del pago de guardias y de los servicios complementarios, entre otros aspectos. Como se sabe, hay una gran brecha de recursos humanos en Salud, y está pendiente el nombramiento de los profesionales asistenciales y del personal administrativo contratado. Además, pende el despido sobre el personal contratado para las acciones contra el Covid-19, a pesar de que la falta de personal es conocida, incluso antes de la pandemia. 

La presentación de la ministra de Salud ha resaltado la Política Nacional Multisectorial de Salud hasta el 2030, consensuada con 12 ministerios y alineada a los compromisos con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Organización Panamericana de Salud (OPS) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Además, sobre la base de la Política 13: Acceso Universal a los Servicios de Salud y a la Seguridad Social del consenso logrado en el Foro del Acuerdo Nacional. Asimismo, ha enfatizado la rectoría del Minsa y su rol articulador para lograr un Sistema Nacional de Salud Unificado, que permita la intervención en los determinantes económicos, sociales y culturales de la salud, mediante la conformación de Redes Integradas de Salud (RIS). Ha sido una buena ocasión para mostrar en sociedad el Plan Multisectorial; sin embargo, al no presentar una hoja de ruta con sustento presupuestal para su cumplimiento, constituye una oportunidad perdida. 

La ministra de Salud solo ha sustentado el presupuesto del Sector 11: Salud para el año 2021, que asciende a S/ 10,538 millones. Es decir, un incremento de 10.4% con respecto al 2020. Dentro de este presupuesto está incluido el Seguro Integral de Salud que increíblemente solo ha recibido un presupuesto de S/ 1,963 millones, S/ 69.3 millones de soles más que en el 2020. Es una mala noticia. En modo aparente, los pliegos beneficiados han sido el del Minsa, con un incremento del 13%; y el del Instituto Nacional de Salud 15.1%. El Pliego del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) tiene una disminución de S/ 34.7 millones; es decir, 11.1% menos que el año 2020. En consecuencia, el presupuesto del año 2021 asciende a S/ 278.6 millones de soles. La disminución del presupuesto del INEN obedece, según el Minsa, a que ha concluido el proyecto de inversión de la nueva infraestructura y, por tanto, ya no existe ese gasto. Susalud ha incrementado su presupuesto a S/ 49.2 millones de soles; un 7.6%, más que el 2020. 

El análisis de los programas presupuestales evidencia una disminución de S/ 3,445 millones a S/ 3,017; una reducción del 12.4%. Los programas presupuestales son 12, relacionados a nutrición, salud materna y neonatal, TBC-VIH/Sida, prevención del cáncer, salud mental, entre otros. Sin embargo, se ha producido un incremento en las Asignaciones Presupuestarias que No resultan en Productos (APNOP), de S/ 3,738 millones a S/ 5,581 millones de soles; un crecimiento de 49.3% frente al 2020. Es necesario que el Minsa explique con mayor detalle la justificación de ese incremento, que va en desmedro de los programas presupuestales. Además debe explicar el financiamiento de las estrategias sanitarias de inmunizaciones en general, cuya cobertura es muy baja, y la forma en que se ha incorporado en el Presupuesto del 2021, el gasto que implica la vacunación contra el Covid-19.

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