Cinco malas decisiones tomadas en el sector salud
El 5 de octubre de cada año se celebra el Día de la Medicina Peruana. Esta fecha ha sido establecida por la Ley 29799, promulgada el primero de noviembre del 2011, como conmemoración al día del fallecimiento del héroe nacional, mártir y maestro de la medicina peruana, Daniel Alcides Carrión. Según la ley, durante el Día de la Medicina Peruana se realizan actividades conmemorativas “en los colegios profesionales, en las instituciones públicas y privadas, vinculadas con la educación, salud y medicina a nivel nacional”. Además se encarga al “Congreso de la República la publicación en su portal de “El diario de enfermedad y muerte del héroe nacional, mártir y maestro de la medicina peruana, Don Daniel Alcides Carrión”. A pesar de la existencia de ley expresa, aún hay reticencia en su cumplimiento.
Por un lado, las instituciones públicas, incluidas las de salud, niegan la mayoría de las veces el uso de recursos para la realización de las conmemoraciones, a pesar del reclamo de los profesionales médicos. Por ejemplo, este año el Ministerio de Salud (Minsa) ha mezclado el Día de la Medicina, con el día de la fundación de esa entidad; por tanto, el día de la medicina se ha trastocado en la celebración del Minsa. Tampoco se han hecho las coordinaciones con el Ministerio de Educación para que los estudiantes de primaria y secundaria realicen actividades conmemorativas.
Huelga recordar a las otras instituciones públicas y privadas, porque han corrido igual suerte. En ese sentido, poco hace el gobierno para atraer vocaciones a la profesión de la medicina, en momentos en que hacen falta más de 40,000 médicos (entre los que se incluyen al menos 16,000 especialistas). También se soslaya, el conocimiento de la historia y el fortalecimiento de la identidad nacional en las jóvenes generaciones. Carrión, no solo es patrimonio de la profesión médica, sino, también, de la sociedad en su conjunto.
Por otro lado, desde el 2011, año en que se promulgó la Ley 29799, el Fondo Editorial del Congreso de la República no ha cumplido con la publicación del “Diario de enfermedad y muerte de Daniel Alcides Carrión”. Debido a que la elección de la mesa directiva se realiza para periodos legislativos que solo duran un año, los proyectos editoriales corresponden solo a aquellos libros u obras que ya están terminadas, a veces promovidos por los propios autores o por instituciones de la sociedad civil. Sin embargo, el Congreso, está en la obligación de cumplir la ley mediante mecanismos que trasciendan las sucesivas autoridades, con la convocatoria de profesionales de prestigio que realicen el cuidado editorial, los estudios introductorios y los comentarios que necesita un trabajo de esa magnitud.
En el Día de la Medicina del 2022 han resaltado las actividades realizadas en el Colegio Médico del Perú, en el Congreso, en el Hospital 2 de Mayo y en la Facultad de Medicina “San Fernando” de la Universidad Nacional de San Marcos, entre otras instituciones de salud. Sin embargo, la festividad de los actos conmemorativos ha sido empañada por las malas decisiones tomadas por el Gobierno. Una de ellas es la promulgación de la Resolución Suprema 018-2022-SA, que “crea la Comisión Multisectorial de naturaleza temporal dependiente del Ministerio de Salud denominada Comisión de Alto Nivel para el nuevo Sistema Nacional de Salud”.
Un primer aspecto, es que el Sistema Nacional de Salud y su Consejo Nacional, su composición y la procedencia de sus miembros están establecidos en la ley. Por tanto, la resolución suprema ha designado una comisión para reforma el Sistema Nacional de Salud, con exclusión de la participación de solo una parte de sus miembros y se ha excluido otros en clara violación de la ley. Además, el Consejo Nacional, no podría haber tomado acuerdos contra la ley. En ese sentido, sería necesario conocer las actas y los audios del debate.
Un segundo aspecto, es que la resolución suprema ha excluido a los representantes del sector privado, tanto de las aseguradoras como de los proveedores de los servicios de salud. Por tanto, genera una separación discriminatoria de los servicios de salud privados, contrario al mandato constitucional, pero, además, fomenta la segmentación del Sistema Nacional de Salud. La promoción de la segmentación implica fomentar la separación de los ciudadanos en función de la fuente de financiamiento que sufraga su atención de salud. Es decir, crea la segregación dentro de los servicios de salud, uno para pobres y otro para ricos, a contracorriente de los objetivos que posee un verdadero Sistema Nacional de Salud.
También fomenta la fragmentación de los servicios de salud, porque promueve la coexistencia de diversos actores organizacionales sin ninguna vinculación o coordinación entre ellos, también, en contra de los objetivos de creación de un Sistema Nacional de Salud.
Un tercer aspecto es que excluye a los miembros representantes de la sociedad civil. La Ley establece las elecciones para su participación, sin embargo, la resolución suprema, plantea participación de algunos miembros de la junta de usuarios de SuSalud, en clara distorsión de su rol, pero, que en la práctica impone la usurpación de las funciones que posee la sociedad civil por Ley.
Un cuarto aspecto, es la exclusión de los gremios de trabajadores, que han alcanzado su participación mediante elecciones.
Un quinto aspecto es que han excluido a los colegios profesionales, tanto al Colegio Médico del Perú, como a los otros colegios profesionales que mediante elección han logrado representación. Un sexto aspecto, es que incluye a nuevos miembros, como a los representantes de “las facultades de ciencias de la salud” públicas o privadas. Es decir, dentro del concepto de ciencias de la salud, margina a la profesión médica, que, según Ley, tiene asiento permanente.
Por último, se han dejado de lado los consensos logrados por el Foro del Acuerdo Nacional del año 2020, para la creación de un Sistema Nacional de Salud Unificado para lograr la Seguridad Social Universal. ¡Cuidado con la estatización!