¿Lima, capital del dengue?


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Ica y La Libertad registran mayores tasas de incidencia

Lima ha sido catalogada, por un importante diario local, como la “capital del dengue”. La razón parece obvia: es la primera vez que Lima ha tenido más casos de dengue que cada una de las regiones, incluso de aquellas en las que el dengue es habitual o endémico. En ese sentido, también resalta que “las cifras no encuentran eco en el Ejecutivo ni en los burgomaestres capitalinos”. Como demostración se recuerda que se “asigna menos del 2% del presupuesto público para el control de las enfermedades metaxénicas”; además, hay regiones como Áncash y La Libertad que son regiones que poseen una gran cantidad de casos de dengue, pero ocupan los últimos lugares en ejecución de esta partida presupuestal.  Asimismo, queda en evidencia que varios médicos recetan supuestos tratamientos contra la enfermedad, que no tienen efecto alguno o agravan la situación del paciente. 

Los tres aspectos señalados parecen agotar la explicación del incremento de casos en Lima Metropolitana y a nivel nacional; sin embargo, no es así. En cuanto a las cifras de casos, hay que tomar en cuenta algunos detalles. Un primer aspecto es que al 30 de abril del 2024 se han reportado 194,020 casos, con una incidencia por 100,000 habitantes de 570.65 con 154 fallecidos, además de 39 que aún se encuentran en proceso de investigación. La letalidad –es decir, el número de muertos con relación al número de casos– es de 0.1.

El segundo aspecto es que hay algunas regiones que resaltan, si son analizadas con relación al promedio nacional. Es el caso del departamento o región de Ica, ya que ha reportado 24,878 casos y con una incidencia de 2,322.88, con 19 fallecidos y aún 9 adicionales en investigación, con una letalidad de 0.11. Esta cifra de incidencia por 100,000 habitantes es la más alta, y si se compara con Lima Metropolitana, es de más de cuatro veces. En consecuencia, si se sigue la lógica del medio de comunicación, ésta debería ser la capital del dengue.  

El tercer aspecto, es que, en orden descendente, de mayor a menor incidencia por 100,000 habitantes, después de Ica (2,322.88) siguen La Libertad (1,782.49); Tumbes (1,500.13); Áncash (1329.8); Piura (1,106.04) y Lima Región (1,038.36). Estas seis regiones están sobre el promedio nacional, que es de 570; es decir, más del doble.

El cuarto aspecto, está en relación con Lima Metropolitana, que con 45,383 casos, posee una incidencia por 100,000l habitantes de 444.93. Al interior de Lima Metropolitana se observa que la zona que tiene el mayor número de casos es Lima Norte con 18,620 casos, seguido de Lima Sur con 11,158 casos, mientras que Lima Centro tiene 8,061 casos y Lima Este 7,544 casos.

El quinto aspecto se relaciona con Lambayeque. A pesar de estar rodeada esta región por el norte con Piura y el sur por La Libertad, la incidencia por 100,000 habitantes está en 690.1 (570.65 es el promedio nacional). La comparación entre estas regiones permite indagar las causas de esa enorme diferencia entre ellas. Como se puede apreciar, la similitud geográfica y poblacional, por sí mismas no la explican. En ese contexto, hay que apelar al cumplimiento o no de la Estrategia de Gestión Integrada para la prevención y control del dengue (EGI-Dengue) y del Plan de Prevención y Control del Dengue 2024, así como a la gestión de los determinantes sociales de salud. 

En cuanto a la Estrategia de Gestión Integrada (EGI-Dengue), según la Organización Panamericana de la Salud está compuesta, en primer lugar,  por seis componentes técnicos: vigilancia epidemiológica integrada y preparación para brotes o epidemias; atención al paciente; laboratorio; manejo integrado de vectores; gestión del medio ambiente y vacunas. En segundo lugar, posee dos ejes (investigación operativa y comunicación para el cambio conductual); y en tercer lugar, contiene cinco factores facilitadores que impulsan la implementación del EGI-Dengue: abogacía, movilización de recursos, alianzas, desarrollo de capacidades y monitoreo y evaluación.

En cuanto al Plan de Prevención y Control del Dengue 2024, contiene ocho objetivos, en los que están englobados los aspectos fundamentales de la EGI-Dengue. En ese sentido, en el objetivo sexto se incorpora la “participación de las autoridades regionales, locales, comunidad organizada y familias” y en el octavo, se “impulsa el desarrollo de investigaciones científicas para prevención y control de dengue”. La gestión de los determinantes sociales no está incluida explícitamente en el Plan.  Eso sí, el tercer objetivo se refiere al “fortalecimiento del nivel de adherencia a la normativa vigente sobre manejo clínico de casos de dengue”. Las actividades y tareas incluyen la capacitación de los profesionales de la salud para el diagnóstico clínico y el manejo del dengue, así como, la supervisión de la adherencia a la normativa sobre el manejo clínico. 

En cuanto a la gestión de los determinantes sociales, los Comités Distritales de Salud (CDS) son una poderosa herramienta de articulación y coordinación intersectorial y social para la ejecución de las actividades y tareas propias de cada uno de los sectores e instituciones que tienen implicancia en la salud y en el desarrollo local. En esa misma línea se incluye a la sociedad civil y población en general. Los Comités Distritales de Salud, los Consejos Regionales y el Consejo Nacional son la estructura de coordinación y articulación del Sistema Nacional de Salud. La función de los alcaldes, como presidentes de sus respectivos Comités Distritales de Salud, es crucial, debido a que exigen que cada sector (ministerio) o institución dentro de su jurisdicción cumpla con sus obligaciones normadas a favor del desarrollo local, que se traduce en un mayor nivel de salud y bienestar.

En cuanto al presupuesto y su ejecución, hay que resaltar dos aspectos. Por un lado, asciende hasta la fecha a S/ 546.4 millones, que es S/ 200 millones más que el presupuesto de inicio del 2023. Por otro lado, el nivel de ejecución promedio equivale al 29.7% que tiene relación directa con el avance de los meses del año. Además, la ejecución de los fondos asignados para la emergencia sanitaria continúa hasta que se venza ésta.  Adicionalmente, los pagos para las contrataciones de personal se realizan mes a mes, luego de haber realizado el servicio. No hay otra forma. Como se puede apreciar, es necesario fortalecer los servicios de salud y mejorar la gestión de los determinantes sociales de salud. ¡Sin criaderos no hay zancudos, y sin zancudos no hay dengue!

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