Se insiste en el uso mercantilista de los recursos públicos
El 3 de agosto del 2020 se ha presentado el presidente del Consejo de Ministros, según mandato constitucional, a “exponer y debatir la política general del Gobierno y las principales medidas que requieren su gestión” –con el título: “En la crisis, esfuerzo y unión”– y ha solicitado el voto de investidura. Ha dado un mensaje de tranquilidad a los inversores, a las empresas y, además, ha destacado a la inversión privada como el motor del crecimiento. Ha sido una ratificación del modelo económico, de la reactivación y del destrabe burocrático de la economía, así como de la transparencia y neutralidad para el proceso electoral. Se ha propuesto cinco objetivos: luchar contra la pandemia; relanzar la economía, reactivar el aparato productivo y recuperar el empleo; continuar el proceso educativo; luchar contra la corrupción y la delincuencia, y garantizar la realización de elecciones libres, neutrales y democráticas el 2021.
A pesar de que, según el premier, la lucha contra la pandemia es el “objetivo principal”, no se ha planteado un cambio de estrategia. Insiste en el enfoque hospitalario, en las unidades de cuidados intensivos, en el incremento de camas. Ni siquiera se ha aludido al enfoque comunitario. Ha resaltado la inauguración de algunos hospitales y centros de salud, como los de Pacasmayo (La Libertad), Putina (Puno), Challhuahuacho, Haquira y Cotabambas (Apurímac) y Machu Pichu (Cusco).
Ha señalado que el presupuesto general de República ha destinado S/ 20,000 millones para el sector Salud; es decir, un incremento nominal de casi S/ 1,500 millones frente al presupuesto del año 2020. Y que además ese incremento será destinado al primer nivel de atención; es decir, a los centros y puestos de salud y para la afiliación de un millón de nuevos asegurados al SIS. Sin embargo, en cifras netas, hay una disminución, si tomamos en cuenta los incrementos adicionales para los gastos del presente año debido al Covid-19; y con el agravante de que es probable la continuación de la pandemia durante el 2021.
Se ha referido a la adquisición “oportuna y transparente” de las vacunas contra el Covid-19. Sin embargo, ha omitido informar si el Perú participa en el proceso de la investigación (ensayos clínicos) de la vacuna para compensar el precio y la prelación de obtener la vacuna al más breve plazo. Tampoco ha informado si han realizado algún desembolso de fondos por adelantado para asegurar la dotación de vacunas, ni sobre la utilidad del fondo rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud. El mensaje ha sido genérico y ambiguo.
La referencia al Sistema Unificado de Salud Pública se plantea como solución la rectoría del Sistema Nacional de Salud, a cargo del Ministerio de Salud (Minsa), a través de una “Comisión de Alto Nivel” para su “creación” (sic). Solo hay que recordar que durante el presente Gobierno se ha legislado varias veces sobre el mismo tema. Es grave la omisión del premier frente al planteamiento del presidente de la República para unificar EsSalud con El Seguro Integral de Salud, que implica cargar sobre las espaldas de EsSalud a los 21 millones afiliados al Seguro Integral de Salud (SIS). Además, no ha marcado distancia frente a la política de “Aseguramiento Universal” que es la reiteración del modelo humalista que implica el uso mercantilista de los recursos públicos. Solo basta recordar que el financiamiento de cada afiliado al SIS es de S/ 81 y el de EsSalud es de S/ 1,200. La unificación diluirá los fondos de EsSalud entre 21 millones de asegurados adicionales.
Además, en referencia a los temas laborales y al Ministerio de Trabajo, se ha omitido las medidas del Gobierno con relación a EsSalud, al problema de su sostenibilidad financiera; sobre todo debido a que la pandemia le ha recargado el gasto en atenciones de salud, no sólo de sus afiliados, sino también de los no asegurados. Además, la pérdida del empleo en el país ha generado la disminución de la recaudación.
Ha anunciado la creación, vía decreto supremo, del Centro Regulador de Servicios de Alta Complejidad; es decir, una forma de formalizar las funciones del Comando de Operaciones Covid-19. Además, la creación, sobre la base de la Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas dependiente del Minsa, de un Organismo Público Descentralizado de Productos Farmacéuticos y Dispositivos Médicos, en un plazo de 90 días, para centralizar las etapas de regulación autorización y fiscalización para “eliminar la fragmentación” y proveer información al público y asegurar transparencia y eficiencia. La propuesta es esperada desde hace tiempo, como un organismo autónomo, despolitizado y ajeno al mercantilismo. Sin embargo, esa creación no resolverá el pronto suministro de medicamentos útiles para la presente pandemia.
El proceso de sinceramiento de las cifras de fallecidos ha demostrado la falta de transparencia del Gobierno, así como la falta de acceso desde cualquier lugar del mundo a la data sobre la pandemia. Queda pendiente el sinceramiento de las pruebas moleculares para la detección del virus, el número de afectados y las abismales diferencias en las cifras entre los gobiernos regionales y el Gobierno central.
Es necesario corregir la estrategia contra la pandemia y avanzar hacia la seguridad social universal en salud.
Por Herberth Cuba