Se aumentó de 50% a 70% el aforo para el partido de hoy
El 30 de enero del 2022 el Gobierno ha promulgado el Decreto Supremo 011-2022-PCM que modifica los aforos para las actividades de los estadios deportivos de 50% a 70%. Este cambio permitirá aumentar la cantidad de espectadores que acudirá al Estadio Nacional para el partido Perú-Ecuador programado para el 1 de febrero, aunque deberán acreditar tres dosis de la vacuna contra el Covid-19. Esta decisión, tomada en medio de la euforia de la población por el triunfo logrado frente a Colombia, ha generado debates debido a que diversas instituciones, incluida la Federación Peruana de Fútbol y algunos congresistas, habían solicitado incluso que el aforo sea ampliado al 100%.
Esta modificación del aforo se ha producido a pesar de que el Reporte de Inteligencia Estratégica del Ministerio de Salud (RM 942-2021/Minsa) sobre las proyecciones de la tercera ola sugiere que, en cualquiera de los cuatro escenarios propuestos de desarrollo de la pandemia, “se espera alcanzar el pico de contagios en la última semana de enero y la primera semana de febrero, y que será mayor al estimado para la pasada segunda ola”. El número de casos nuevos diarios que han proyectado, se encuentra en un rango de 300,000 a 500,000. En este último caso “la demanda superaría de manera significativa la capacidad operativa de las camas UCI, e incluso de hospitalización”.
Con relación a los fallecidos, según el Reporte, “se espera que la curva sea más reducida en comparación a la estimada para la segunda ola, porque estaría asociada a la efectividad de la vacuna en la reducción de los casos severos y a la menor severidad de la variante ómicron”. En este caso, el pico de fallecidos según la proyección optimista sería entre el 20 de febrero y el 5 de marzo y ascendería a 31,802 decesos”. Aunque según “la proyección pesimista, el pico sería del 13 al 26 de marzo, con 53,740 fallecidos”. El Reporte remarca que en “los países de alta cobertura de la segunda dosis de vacunación (más del 70%, como es el caso del Perú), el pico de mortalidad suele darse dos a tres semanas después del pico de casos”.
Entre las conclusiones del Reporte se puede remarcar que las “proyecciones de hospitalizaciones y fallecidos dan cuenta de que en las próximas semanas generarían sobredemanda de los recursos operativos con los que actualmente cuenta el Sistema Nacional de Salud y que se espera que las proyecciones de los fallecidos sean mayores en las regiones que poseen baja capacidad operativa para atender casos graves y severos, así como, elevadas brechas de segunda y tercera dosis”.
Como se puede apreciar existe discordancia entre las proyecciones del Reporte de Inteligencia Estratégica del Minsa, dado a conocer el 29 de enero del 2022, y las decisiones que ha tomado el Ministerio de Salud y el gobierno. Por un lado, la ampliación del aforo de los estadios se produce en pleno pico de la tercera ola, con grave riesgo de que se favorezca la aglomeración y el contagio, a pesar de las medidas de bioseguridad que se planifiquen, porque será complicado ejercer el control de la muchedumbre, en momentos que afloren las emociones propias de un encuentro importante para alcanzar la clasificación al mundial de fútbol.
Por otro lado, se ha pasado por alto, que luego del pico de contagios sobrevendrá el pico de fallecidos. Eso implica que la parte más importante de la estrategia de lucha contra la pandemia es evitar el contagio, sobre todo, cuando el propio Reporte del Minsa señala que el factor de reproducción R, según cada uno de los cuatro escenarios es entre 9.2 y 10.2. Es decir, que el potencial de propagación (contagio) de un portador (enfermo o no) es de 9.2 a 10.2 personas. Además, el Reporte señala que existe riesgo de reinfección entre el 40% y 50%.
En ese sentido, la oportunidad para el contacto con muchas personas será alta y la probabilidad de contagio también, debido a las arengas, gritos y abrazos que acompañan toda “fiesta deportiva”. Sin embargo, es cierto que la susceptibilidad de que los ciudadanos adquieran el virus es menor en los vacunados. Por eso, el gobierno insiste en la exigencia de las tres dosis de la vacuna para ingresar al estadio, aunque, es bueno recordar, que las vacunas solo protegen entre el 25 y el 40% del contagio del virus en función del tipo de vacuna.
Otro aspecto para tomar en cuenta es la brecha de vacunación que aún existe entre el promedio nacional y las poblaciones nativas u originarias, las comunidades alto andinas y dispersas, así como, los renuentes a la vacunación. En consecuencia, existe la posibilidad de que se produzcan los escenarios tres y cuatro, de alta transmisibilidad y fallecimiento en estas poblaciones que, además, habitan en lugares en que la capacidad operativa de hospitalización y camas UCI es escasa o ausente. En ese sentido, el Gobierno debería haberse guiado por la prudencia y la precaución.
El Gobierno ha asumido una gran responsabilidad. Por tanto, está en la obligación de asegurar que se cumpla el uso correcto de la mascarilla, la distancia física y dotación abundante de gel o alcohol, así como, la exigencia para ingresar con la demostración de la tercera dosis de la vacuna. Esta vez, la Policía Nacional deberá lidiar con el orden público y con el cumplimiento de las medidas de bioseguridad, no solo dentro del recinto deportivo, sino también en las calles. ¡Cuidado con el populismo deportivo!