El gobierno paralelo y el Covid-19


Comparte este artículo

Existe un Minsa oficial y otro oculto, con asesores “de confianza”

El Ministerio de Salud (Minsa) ha tenido siempre una organización preparada para enfrentar las epidemias y las pandemias. La estructura organizacional obedece a una planificación basada en hipótesis o supuestos de desastres de diversos tipos, porque en nuestro país son recurrentes. El proceso de descentralización y la transferencia de competencias a los gobiernos regionales puso en aprietos esta organización que, sin embargo, fue restablecida a través de la Ley N° 30895, de Fortalecimiento de la Rectoría del Minsa. Además, el Consejo Nacional de Salud es la instancia de gobierno del Sistema Nacional de Salud cuya presidencia recae en el ministro de Salud. El Consejo Nacional de Salud es el ente articulador entre los diversos sectores e instituciones del Estado y los diversos componentes de la sociedad involucrados con el desarrollo de la salud. En esta instancia confluyen tanto el sector público como el sector privado.

La declaratoria de emergencia debida a la pandemia Covid-19 debió haber sido el momento propicio para que el Consejo Nacional de Salud funcione a plenitud. Sin embargo, no ha sido convocado. Al contrario, el Minsa ha creado una estructura paralela llamada Comando de Operaciones Covid-19. Además el Consejo Nacional de Salud tiene su réplica en los gobiernos regionales y locales. Los Consejos Regionales de Salud tampoco han sido convocados. En cambio, se han creado, en modo paralelo, los comandos de operaciones Covid-19 regionales.

Los establecimientos del Primer Nivel de Atención, los centros y puestos de salud tienen a su cargo un territorio determinado y una población adscrita para la atención ambulatoria y de las estrategias sanitarias, además, de la Atención Primaria de Salud y de la intervención en los determinantes económicos, sociales y culturales en salud, con la finalidad de lograr estilos de vida saludables. Es decir, los 8,000 centros y puestos de salud han sido dejados de lado. Sin embargo, se ha creado en modo paralelo, el Programa Te Cuido Perú, a cargo del Ministerio de Defensa, con la finalidad de realizar las atenciones ambulatorias verticales, al margen de los establecimientos de salud y de la participación de las propias comunidades. Se ha dejado de lado la gran experiencia que existe en nuestro país en el enfoque comunitario, en la participación social y, sobre todo, en la incorporación en los espacios de decisiones sanitarias a la propia comunidad.

Como es por todos conocido, la sede del Minsa está ubicada en la avenida Salaverry, en el distrito de Jesús María; sin embargo, en modo paralelo la alta dirección funciona también en la Avenida Sánchez Carrión, del distrito San Isidro. El Minsa ha alquilado el piso 13 de un moderno edificio. Además hay 27 asesores, que la mayoría de las veces duplican las funciones de los directores generales. Es decir, por un lado, un ministerio oficial, según su organización y funciones y por el otro, uno paralelo con asesores de confianza. La pandemia y las medidas de bioseguridad, han sido el pretexto para el crecimiento exponencial de los cargos de confianza.

El Gobierno ha promulgado una serie de normas con la finalidad de reducir la capacidad ejecutiva del Minsa. Es decir, el Minsa se ha convertido en un ente solo normativo que compite con el Congreso de la República. Las acciones ejecutivas han sido dejadas de lado. Los establecimientos de salud que se encuentran a su cargo están en deterioro. La Dirección General de Operaciones del Minsa se ha desligado en modo progresivo de su labor. La creación del programa vertical Te Cuido Perú ha ocupado un vacío creado ex profeso.

El Decreto Legislativo N° 1504 modifica el Sistema Nacional de Salud y las funciones rectoras del Minsa, el Decreto de Urgencia N° 017-2019, “establece medidas para la cobertura universal de salud” y, entre otros aspectos, convierte al Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) en un operador logístico propio o por encargo; además el Decreto Legislativo N° 1466 “facilita el intercambio prestacional en entre el sector público y privado dentro del Sistema Nacional de Salud”. Es decir, se han modificado en modo radical las relaciones del sector público con el sector privado. El sector privado ha ocupado un rol complementario cuando la oferta de los servicios públicos ha sido insuficiente, pero luego de la promulgación de estas normas, en plena pandemia, ese rol ha cambiado. El sector público ocupa ahora un rol secundario, supletorio, en aquello que el sector privado no realiza. 

La pandemia ha puesto en evidencia las falencias de Minsa y su conducción del Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, esas falencias sirven de paraguas para retomar la agenda mercantilista en salud del “lustro humalista”. Las quejas de los usuarios, de los servidores y de la sociedad son obviados. El Gobierno ha demostrado que la agenda ideológica mercantilista es más importante que los reclamos y los estragos de la pandemia. La salud pública durante la pandemia, contrariamente al sentido común, ha perdido. La función del Estado es esencial en la lucha contra las epidemias, las pandemias y los desastres. ¡Urge corregir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *