El Covid 19 y la gestión de EsSalud


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Bono Covid, contrato de médicos extranjeros y otros problemas

El día 28 de abril del 2020 se presentaron el presidente del Consejo de Ministros, el ministro de Salud y la presidente Ejecutiva de EsSalud ante la sesión conjunta de tres comisiones del Congreso de la República. La exposición de la presidente ejecutiva ha dejado una serie inquietudes sin respuesta y ha generado malestar en algunos congresistas, al punto que han pedido su renuncia.

Por ejemplo, en cuanto al Bono Covid, que se paga por la pandemia al personal que brinda atención directa en las unidades de cuidados intensivos, en las visitas domiciliarias, en los puertos y aeropuertos y en el transporte aéreo; sin embargo, excluye a todos los demás servidores que laboran en los hospitales. Y debido a que a estas alturas de la pandemia es muy difícil saber qué paciente es enfermo con Covid-19 qué paciente es sano, el bono se ha transformado en arbitrario por la ausencia de sustento técnico y, además, porque profundiza la injusticia. 

Es necesario recordar que el primer médico fallecido como consecuencia del Covid-19 laboraba en un establecimiento de salud del primer nivel de atención. La respuesta de la presidente ejecutiva ha sido que ella se guía por el Decreto de Urgencia 026-2020. Pero como es obvio, la promulgación de ese bono ha sido a propuesta de EsSalud. 

Otro tema polémico ha sido la contratación como locadores de servicios –es decir, como terceros– a trabajadores para atender la pandemia. Ellos cuando se enfermen no contarán con seguridad social. Además, existe una ley que pasa a los trabajadores CAS al régimen laboral 728; es decir, que a pesar de que existe una ley para formalizar a los trabajadores de salud se persiste en contratos. 

El cuestionamiento sobre la contratación de profesionales y servidores extranjeros con la finalidad de que cumplan las necesidades de salud que tiene la institución no ha sido absuelto. Se exige menos requisitos que a los peruanos. Los médicos peruanos son sometidos al Examen Nacional de Medicina (ENAM) que permite conocer la suficiencia e idoneidad profesional; además cumplen el Servicio Rural Urbano Marginal en Salud (SERUMS) y acreditan dos años de experiencia. La presidente ejecutiva de EsSalud ha presentado el requisito de colegiación profesional como si fuera un mero trámite administrativo, y no el resultado final de una evaluación sistemática del profesional, sea peruano o extranjero. En consecuencia, ha creado desigualdad de trato entre extranjeros y nacionales, con clara violación constitucional. El resultado es que los profesionales extranjeros no demuestran el conocimiento de la realidad sanitaria de nuestro país y exponen a riesgo innecesario a nuestra población. La respuesta a esta preocupación por parte de los congresistas ha sido de cuatro palabras “ahora ya tienen colegiación”. Sí. Nada más sobre el punto. 

Además, ha señalado que la brecha de profesionales médicos producida por aquellos que se encuentran en retiro a domicilio, debido a que son mayores de 60 o presentan alguna comorbilidad, es de 2,623 médicos. Pero solo ha contratado 928. Se mantiene la brecha, pero no se ha dado facilidades para la contratación de profesionales peruanos, tal como ha hecho con los extranjeros. La respuesta aquí también ha sido insatisfactoria. Hay que tener en cuenta, que antes de la pandemia, EsSalud presentaba una brecha de más de 6,000 médicos. Es decir, lejos de aumentar los actos médicos que la población necesita, los ha reducido. 

Como sabemos, por las resoluciones 071 y 081-2020 del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo se ha transferido, de la Reserva de Contingencia del Ministerio de Economía y Finanzas, S/ 56 millones a EsSalud para financiar la habilitación, implementación, adecuación y operación de la Villa Panamericana; con la obligación de informar durante un máximo 15 días hábiles posteriores a la puesta en operación respecto a las actividades dispuestas al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, no ha presentado un resumen de este ante la petición de los congresistas. Además, solo ha afirmado que aún tiene presupuesto “comprometido”, debido a las dificultades propias de la pandemia. 

Durante la exposición se refirió a lo que llamó la “gestión prestacional” a través de la gestión clínica de cada uno de los pacientes leves, moderados y severos. Por ejemplo, los casos leves, son mantenidos en sus domicilios, con seguimiento telefónico, monitoreo virtual y visita domiciliaria, de ser el caso; y si la evolución es negativa, se hospitaliza en la Villa Panamericana. Los casos moderados y severos, como es obvio, requieren hospitalización. Además, según la propia versión de EsSalud, esa organización prestacional corresponde a lo normado por la Resolución Ministerial 139-2020-Minsa que aprueba el documento técnico Prevención y Atención de Personas Afectadas por Covid-19 en el Perú. Sin embargo, no ha presentado el estado situacional de la Atención Primaria de EsSalud. Es decir, ha omitido en la gestión de EsSalud el componente comunitario, la Atención Primaria de Salud, el fortalecimiento de las UBAP, Padomi, el Programa Nacional de los asegurados de las empresas, a los Círculos y Centros del Adulto Mayor, a los Centros de Rehabilitación Profesional, entre otros. 

EsSalud debe enmendar el rumbo. Ahora más que nunca el país lo necesita.

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