El Código contra el Cáncer y el Perú


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Las 17 recomendaciones de la OPS para evitar esta enfermedad

El 17 de octubre de 2023 la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer lanzaron la primera edición del “Código Latinoamericano y Caribeño contra el Cáncer. Sepa cómo ayudar a prevenir el cáncer en usted y su familia”. El Código presenta 17 recomendaciones “basadas en la evidencia científica sólida más reciente y adaptadas a escenarios comunes en América Latina y el Caribe».  La propia publicación señala una serie de advertencias o recomendaciones para “los responsables de la toma de decisiones para la implementación de este Código”.

La primera advertencia es que “no son vinculantes jurídicamente con los países ni se presentan en orden jerárquico”. La segunda es que las recomendaciones de políticas públicas “están amparadas en estrategias consensuadas y aceptadas internacionalmente». La tercera es que en América Latina y el Caribe “hay factores estructurales y condiciones socioeconómicas que suponen barreras para la implementación de los cambios, como la pobreza, el desempleo, la falta de vivienda, de agua potable y saneamiento, o las dificultades para el acceso a una alimentación saludable y a las infraestructuras de salud». 

En ese sentido y como cuarta advertencia, es que los gobiernos deben incentivar y asegurar que las personas adopten las 17 recomendaciones de este Código contra el Cáncer. La quinta es que “los gobiernos divulguen e implementen las 17 recomendaciones en su conjunto, sin realizar cambios en el texto. Se insta a no reemplazar, eliminar o agregar palabras que puedan afectar al significado de estas recomendaciones». Y la sexta y última advertencia es que los países “establezcan metas intermedias para lograr su implementación escalonada, sobre todo, cuando requiera de infraestructura no disponible en el momento de la publicación del presente Código”.

La nota de prensa de la OPS que acompaña el lanzamiento del Código contra el Cáncer señala que “el Código describe acciones e intervenciones que han demostrado reducir la incidencia de la mortalidad relacionada con el cáncer, incluidas políticas para prevenir el consumo de tabaco y reducir el consumo de alcohol; limitar la exposición a carcinógenos, como la contaminación del aire; prevenir o tratar infecciones relacionadas con el cáncer; y promover intervenciones médicas y exámenes de detección” que están incluidas en las 17 recomendaciones que contiene el Código. También cita a una experta que recordó que “en el 2020 se produjeron casi 1,4 millones de nuevos casos de cáncer en América Latina y el Caribe y más de 700,000 personas murieron de cáncer en la región ese año”.

La revisión de cada una de las 17 recomendaciones que contiene el Código contra el Cáncer permite comprender la importancia del cambio de comportamiento de las personas hacia estilos de vida saludables. En ese contexto, las primeras cuatro recomendaciones señalan no fumar y convertir a la casa como un “lugar libre de humo de tabaco”. También el mantenimiento del peso saludable y la realización de actividad física diaria. La quinta recomendación del Código contra el Cáncer se explaya en la dieta saludable, sobre todo con la mayor posibilidad de verduras y frutas, habitualmente con frijoles y lentejas.

Asimismo, recomienda que se evite el consumo de bebidas azucaradas, que se limite el consumo de alimentos ultra procesados. También, que se evite la carne procesada (embutidos, salchichas y otras) y que se limite el consumo de carnes rojas. Por último, con relación a la dieta señala que se “limite el consumo de bebidas a temperaturas muy calientes, como el mate, el té o el café: evitar que queme los labios y la lengua».

La sexta recomendación es que se evite el consumo de bebidas alcohólicas. Y la séptima que se amamante, cuantos más meses mejor, para “prevenir el cáncer de mama y el exceso de peso en el niño». Desde la octava a la décimo primera se aborda el impacto medioambiental físico, como la protección a la exposición directa al sol, sobre todo en momentos de mayor intensidad solar, así como evitar la acumulación de humo dentro de casa o si existe alta contaminación del aire en el entorno. Además, que el centro laboral informe si existe exposición a sustancias que pueden producir cáncer, y que se exija y adopte medidas de protección. 

La décima segunda recomendación está referida a la infección por la bacteria Helicobacter Pylori, que puede causar cáncer de estómago. Y la décimo tercera se explaya en las infecciones virales, como los virus de la hepatitis B y C, el papiloma humano (VPH) y el de la inmunodeficiencia humana (VIH) que pueden causar cáncer. Para los dos primeros tipos de virus existen vacunas, así como, otras medidas preventivas y para el caso del VIH existen programas de prevención y tratamiento disponibles.  

La décimo cuarta recomendación señala que “no use reemplazo hormonal para la menopausia, a menos que se lo indique el médico, porque puede causar cáncer de mama». Las tres últimas recomendaciones (15, 16 y 17) se refieren a los tamizajes o “chequeos” médicos por edades. Entre 50 y 74 años, para la detección temprana de cáncer de colon y recto. De 40 años a más, el examen mamario y para los comprendidos entre los 30 y 64 años, la detección del virus del papiloma humano (VPH) al menos cada 5 a 10 años y otras acciones más. 

La publicación del primer Código contra el Cáncer, con recomendaciones y acciones precisas, implica para el Perú  la acción coordinada entre los diversos sectores del Estado con la sociedad y la participación social. Es obvio, que, como primer paso, se debe crear un programa presupuestal, dirigido a implementar estas 17 recomendaciones, para tal fin, el gobierno y el Congreso de la República deberían complementar sus esfuerzos.

En segundo lugar, se necesita una amplia difusión del Código contra el Cáncer, mediante mecanismos de información, educación y comunicación, en colaboración con los sectores gubernamentales correspondientes y con amplia participación social, con enfoque comunitario e intercultural, con la finalidad de lograr estilos de vida saludables. En tercer lugar, que el Ministerio de Salud, como ente rector del Sistema Nacional de Salud, realice los arreglos organizacionales para implementar los tamizajes o chequeos en todo el territorio nacional, con enfoque comunitario, intercultural y de derechos humanos. Por último, la participación de colectivos u organizaciones de la sociedad civil son indispensables para dinamizar su implementación. ¡Es un enorme desafío la lucha contra el cáncer!

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