Una paralización de labores no solo del gremio médico
Durante los días 12 y 13 de octubre del 2022 se ha desarrollado un paro nacional de los gremios del Ministerio de Salud (Minsa) y de los gobiernos regionales. Ha sido una paralización de labores no solo del gremio médico, sino también de los enfermeros, de los obstetras, de los odontólogos, de los trabajadores y de los servidores contratados. La acción gremial ha cobrado relevancia debido a la conjunción de varios gremios de salud. Cuatro reclamos han logrado unirlos: incremento del presupuesto en salud al 6% del Producto Bruto Interno, cumplimiento del cuarto tramo de la Escala Salarial, ascenso automático (280 millones) y nombramiento del 100% para los contratados bajo el régimen administrativo de servicios (CAS regulares del DL 1057), los contratados mediante el DL 276 y los de los Comités Locales de Administración Compartida (CLAS).
La unificación de los gremios en la paralización fue causada por el incumplimiento de los compromisos asumidos por el Minsa, reafirmados en conferencia de prensa del 8 de agosto del 2022, pero que no fueron incluidos en el Proyecto de Ley de Presupuesto para el año 2023, que se presentó ante el Congreso el 30 de agosto. Y como es obvio, aquello que no está en el presupuesto no se ejecuta. En ese sentido, las excusas del ministro poco pueden hacer para aplacar la frustración de los gremios y de los servidores de la salud. Además en las reuniones del ministro con los gremios se ha demostrado que estos incrementos presupuestales, dependen del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), por tanto lo ofrecido el 8 de agosto estaban fuera de su alcance. El ministro, por salir del paso, habría hecho promesas inciertas; o al contrario, pecó por inocencia, ya que ignoraba que eso no dependía de su cartera.
Otro aspecto que dificulta el cumplimiento de los “compromisos” es que el presupuesto asignado al 31 de agosto del 2022 era de S/ 32,927 millones. Sin embargo, el presupuesto de inicio para el 2023 asciende a solo S/ 24,769 millones; es decir, un presupuesto menor en S/ 8,158 millones. La existencia de un retraso en la ejecución presupuestal no justifica un recorte de esa magnitud. El ministro se ha comprometido a ejecutar todo el presupuesto, y para tal fin ha señalado que planteará un proyecto de ley para que los saldos no ejecutados sean transferidos a otras partidas de su propio sector, con la finalidad de cumplir incluso algunos compromisos laborales. Sin embargo, el presupuesto para cumplir con la agenda laboral debería ser mucho mayor.
El incremento del presupuesto en salud al 6% del Producto Bruto Interno, es un punto debatido en diversos foros de expertos y académicos, incluso, en el Acuerdo Nacional, debido a que la cifra actual bordea solo el 3.09% del PBI, que es insuficiente para las necesidades del país. El incremento presupuestal debería ser anual y progresivo hasta llegar al 6% del PBI, eso sí, acompañada de una mejora continua en su ejecución, pero, como se constata, durante el presente gobierno, no ocurre, ni lo uno, ni lo otro. Es obvio, que este primer punto de la agenda laboral queda más como un tema de reclamo para el mediano y largo plazo.
El segundo punto, es el cumplimiento del cuarto tramo de la Escala Salarial que implica un presupuesto adicional de S/ 1,500 millones de soles. El compromiso data desde el año 2018 e incluía cuatro tramos, uno por año; pero debido a la pandemia de Covid-19 fue suspendido. Sin embargo, el tercer tramo, luego de intensos reclamos, se ha programado en dos partes, durante el año 2022. Pero, el cuarto tramo no ha sido incluido en la Ley de Presupuesto del 2023. Hay que tomar en cuenta que este cuarto tramo de incremento laboral se realiza en el marco del Decreto Legislativo 1153 y beneficia a los servidores de salud de varios sectores, como el Minsa y sus organismos públicos, gobiernos regionales, ministerios (de Defensa, Interior y de Educación), Instituto de Medicina Legal, Instituto Penitenciario, entre otros. Como el reclamo incluye a todos los grupos profesionales y trabajadores asistenciales de salud la huelga ha sido unitaria.
El tercer punto, el ascenso automático, implica que el gobierno cumpla con ascender un nivel en la carrera profesional cada cinco años a los servidores que cumplen con los requisitos meritocráticos. Sin embargo, debido a falencias presupuestales, desde hace casi 10 años que ese derecho laboral no se cumple. El reclamo implica casi S/ 280 millones, que tampoco están incluidos en el presupuesto del 2023.
El cuarto punto, es el nombramiento del 100% para los contratados bajo el régimen administrativo de servicios (CAS regulares del DL 1057), los contratados mediante el DL 276 y los de los Comités Locales de Administración Compartida (CLAS). El ministro de salud afirma que para el año 2023 se ha incluido S/ 126 millones en la Ley de Presupuesto del 2023 para el personal contratado pendiente de los años 2019-2022. Asimismo, el ministro de Salud ante la Comisión de Presupuesto del Congreso el Proyecto de Ley 3089/2022-PE, que otorga S/ 58.6 millones para el nombramiento de 1,425 médicos y otros profesionales de la salud, técnicos, auxiliares asistenciales que quedaron fuera del proceso de nombramiento del año 2019-2020. Como se puede apreciar, frente a un universo de más de 41,000 servidores contratados –entre los cuales hay más de 27,000 mediante la modalidad del CAS regular– los esfuerzos del ministro parecen infructuosos. Hay además 58,000 contratados adicionales por CAS Covid que han sido transferidos al CAS regular.
Es imprescindible que los ministros de Salud y de Economía con las comisiones de Salud y Presupuesto del Congreso resuelvan esta justa agenda laboral para que se incluyan en la Ley del presupuesto del 2023. ¡No olvidar las lecciones de la pandemia!