El Perú y la Atención Primaria de Salud


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¿Continúa vigente después de 43 años de la Conferencia de Alma Ata?

La Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, realizada en la ciudad de Alma Ata (Kazajistán), entre el 6 y el 12 de septiembre de 1978 aprobó la Declaración de Alma Ata, con el objetivo de lograr “Salud para todos, el año 2000”. Participaron 134 países y 67 organizaciones internacionales, que acordaron promover un modelo de intervención social basado en la estrategia de Atención Primaria de Salud. La vigencia en el tiempo de esta declaración radica en su brevedad y generalidad, en su estructura y su carácter no vinculante. Solo consta de diez puntos y casi 1,400 palabras. Su no obligatoriedad en las acciones de los gobiernos la ha convertido en un potente llamado a la conciencia de los gobernantes y en un clamor de los ciudadanos. 

A pesar de que el objetivo general de lograr “Salud para todos, el año 2000,” no ha sido cumplido, no puede afirmarse que la Declaración de Alma Ata haya fracasado. Al contrario, la propia Declaración ha señalado que la Atención Primaria de Salud es una estrategia y, por tanto, no tiene plazos ni límites. Además la ha definido, en primer lugar, como “la asistencia sanitaria esencial basada en métodos y tecnologías prácticas (sencillas), científicamente fundados y socialmente aceptables, puesta al alcance de todos los individuos y familias de la comunidad mediante su plena participación y a un costo que la comunidad y el país puedan soportar en todas y cada una de las etapas de su desarrollo con un espíritu de autorresponsabilidad y autodeterminación”. 

Esta primera parte de la definición encierra aspectos cruciales, como el de “asistencia sanitaria”, que implica no solo curación de enfermedades, o el uso “de métodos y tecnologías científicamente fundados”, que alejan a la población de usos empíricos y de la charlatanería disfrazada de cultura popular. Además, incluye como único límite a la aceptación por parte de la sociedad que representa el ejercicio de su libertad y contiene enormes implicancias éticas y morales en el marco de sus propios usos y costumbres. También resalta no solo el rol como beneficiarios del individuo, de la familia y de la comunidad, sino su participación plena y de acuerdo con cada una de las etapas de sus vidas. Ha sido una manera extraordinaria de resumir la intervención sanitaria por etapas de vida. Además, contrario a lo que se podría creer, no plantea la gratuidad, sino que los costos de la Estrategia de la Atención Primaria de Salud sean soportables, no solo para la comunidad, sino también, para los gobiernos y en ese sentido, exige la auto-responsabilidad y la autodeterminación de los ciudadanos. 

En segundo lugar, “que la Atención Primaria de Salud forma parte integrante tanto del sistema nacional de salud, del que constituye la función central y el núcleo principal, como del desarrollo social y económico global de la comunidad”. Es decir, que el diseño organizacional del Sistema Nacional de Salud, sobre la base de la Seguridad Social Universal en Salud, tiene sus fundamentos en la Atención Primaria de Salud, en los determinantes económicos sociales y culturales y en la inclusión en el desarrollo local, regional y nacional. Y en el nivel local, con la conformación de las Redes Integradas de Salud.

Y, en tercer lugar, “representa el primer nivel de contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el sistema nacional de salud llevando lo más cerca posible la atención de salud al lugar donde residen y trabajan las personas y constituye el primer elemento de un proceso permanente de asistencia sanitaria”. El reto es acercar los establecimientos de salud a la comunidad, no sólo para brindar cuidado y atención de salud, sino también, para comprender la forma en que nacen, viven, se desarrollan y mueren los ciudadanos y de esa manera intervenir para prevenir las enfermedades y promocionar la salud. 

Esta definición ha logrado la conjunción de la ciencia y la tecnología con los usos y costumbres de la población. En ese sentido, la Atención Primaria de Salud no tiene fecha de caducidad. Sin embargo, el desarrollo de la ciencia y la tecnología impondrán nuevas formas de organización social y adecuación sanitaria, como, por ejemplo, la genética, la genómica, la proteómica, la biotecnología, la telemática, la cibernética, las neurociencias, la nanotecnología, entre otras más. Como se puede apreciar, el reto es que los médicos especialistas, los profesionales más capacitados, deben poner a prueba sus capacidades tecnológicas para traducir con simpleza los sofisticados conocimientos científicos, sino también, las múltiples y variadas formas de intervención social que otorgan las ciencias sociales y la empatía de su humanismo. 

Lamentablemente existe el error, incluso en altos funcionarios del Minsa y del gobierno, de creer que la Atención Primaria de la Salud implica realizar asambleas, dar charlas, hacer publicidad y campañas de educación, información y capacitación, en suma, “hacer política con la salud”. Otros, un poco menos audaces, pero igual de equivocados, creen que la Atención Primaria de Salud equivale al Primer Nivel de Atención de Salud que, como se sabe, es el nivel de categorización que se les ha otorgado a los centros y puestos de salud. Sin embargo, estos conceptos son complementarios en el proceso de conformación de las Redes Integradas de Salud.

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