La exposición del Premier y la salud


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El Sistema Único de Salud y otras propuestas

El 26 de agosto de 2021 el presidente del Consejo de Ministros ha expuesto la política general del Gobierno y las principales medidas que requiere su gestión, y ha planteado la cuestión de confianza. El mensaje ha sido conciliador y sin sorpresas. Ha invitado a deponer las diferencias. Ha sido un discurso prolongado, lleno de detalles, de casi tres horas, con múltiples guiños retóricos hacia las poblaciones originarias y nativas.

Ha habido, sobre todo al inicio, largos periodos expresados en quechua y aimara. El aspecto más saltante, ha sido la ratificación de “lograr de forma democrática cambios importantes en la estructura estatal y económica”; pero eso sí, afirmó que su “gestión no pretende ser la continuidad de gobiernos anteriores, porque la sociedad peruana es “desigual, centralista, elitista y profundamente excluyente”.

En ese sentido, no ha existido referencia alguna a la Asamblea Nacional Constituyente, y tampoco al cambio del modelo económico. Incluso en su propuesta de fortalecimiento del Banco de la Nación ha sido cuidadoso en mantener su carácter supletorio o subsidiario. Asimismo, ha señalado que propondrá una serie de proyectos de ley, con la finalidad de mejorar la gestión gubernamental, incluido uno de reforma constitucional referente a la modalidad en que se designa al miembro de los profesionales abogados ante el Jurado Nacional de Elecciones.

Los aspectos económicos más importantes se refieren al mejor aprovechamiento del “exiguo presupuesto”, la adopción de medidas para la cobranza efectiva y rápida de las deudas tributarias y la creación de contribuciones en función de las sobre ganancias en actividades extractivas”. En relación con el gas y al petróleo señaló que el Estado “participará en todas las actividades del rubro aumentando la competencia y generando mayores ingresos al erario nacional para proyectos de desarrollo”. Sin embargo, ha generado preocupación la ambigüedad en la definición estratégica de nuestro país en sus relaciones internacionales y en la participación de las organizaciones civiles en la seguridad interna. 

El presidente del Consejo de Ministros ha señalado que solicitará “facultades para legislar en materia tributaria, en salud y en la conformación de una comisión reformadora del sistema de seguridad social y de Salud”. Los fondos de EsSalud pertenecen a los trabajadores y no al Estado; en ese sentido, sería grave que el Congreso abdique de legislar en materia de salud y de seguridad social.

El premier ha propuesto doce medidas de gobierno, y la salud ha sido abordada en la primera y en la cuarta.  En ese sentido ha señalado que el Gobierno fortalecerá la rectoría del Ministerio de Salud (Minsa) y creará un Sistema Único de Salud, para alinear todos los recursos en la misma dirección y evitar que el acceso a la salud se trunque por ineficiencias en la gestión del Primer Nivel de Atención de Salud.

En esta caracterización sumaria del Sistema Único de Salud resalta dos características: la primera, alinear los recursos para lograr objetivos compartidos, sin abordar el tema de la fusión de las instituciones que brindan atenciones de salud. Es decir, aparentemente se ha retrocedido en la propuesta de fusión de EsSalud con el Minsa. Sin embargo, no ha señalado la dirección que tiene como meta el denominado Sistema Único de Salud.

Es cierto que el discurso ha omitido referirse al modelo mercantilista y curativo del “aseguramiento universal” heredado de los gobiernos anteriores; pero tampoco ha precisado si se avanzará hacia la Seguridad Social Universal en Salud, tal como ha sido el consenso del Foro del Acuerdo Nacional.  En todo caso, ya existe el Sistema Nacional de Salud, regulado por la Ley 27813 y que luego ha sido reemplazado por el Decreto Legislativo 1504 del 2020.  

La segunda característica es la ineficiencia del Primer Nivel de Atención; es decir, de los centros y puestos de salud. En ese sentido, ha resaltado el préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la creación de las Redes Integradas de Salud (RIS), con la finalidad de permitir el “intercambio prestacional” entre las instituciones de salud, “sin necesidad de absorber una institución por otra”.

Sin embargo, la creación de Redes Integradas de Salud implica mucho más que solo “trueque” o “compra-venta” de atenciones médicas. También el cambio del modelo curativo imperante hacia uno preventivo y promocional, que elimine la fragmentación, segmentación y la autonomización de las instituciones que brindan salud en el nivel local. Y sobre todo en la intervención en los determinantes económicos, sociales y culturales de la salud y en la estrategia de Atención Primaria de la Salud (APS).

Los S/ 1,000 millones del préstamo del BID son insuficientes para los más de 8,000 establecimientos del Primer Nivel de Salud que tiene nuestro país.  Es sólo un aporte para el inicio. Además, es necesario destrabar el proceso de creación de RIS, iniciado el 2017-2018, corregir “las falencias intencionadas o no” de los cinco últimos ministros de Salud, incluido el Reglamento de la Ley 30885, Ley de conformación de RIS, así como de mayor presupuesto.  

En relación con la pandemia se ha referido a la continuación de la vacunación y los “vacunatones” descentralizados para lograr inmunizar el 2021 a todos los mayores de 18 años, e incluso a los menores de edad. Sin embargo, no ha abordado el imprescindible cambio que requiere el Plan Nacional de Vacunación heredado para lograr mayor eficacia e impacto.

Además, ha señalado que el MEF ha dispuesto de solo S/ 2800 millones para la adquisición de materiales, bienes, equipos e insumos para enfrentar la pandemia. Asimismo, se ha comprometido a honrar la deuda de S/ 2,500 millones con los servidores de salud, para cumplir “con la escala salarial, nombramientos y bonos”. Sin embargo, el tema laboral es mucho más amplio y complejo.

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