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El contexto pol\u00edtico, econ\u00f3mico, social y cultural de nuestro pa\u00eds ha llevado al Poder Ejecutivo y a diversos analistas y estudiosos a elaborar una serie de propuestas de cambio y transformaci\u00f3n en general, y en el sector salud en particular. Estas propuestas, de mediano y largo plazo, deber\u00edan incorporar cuidados frente a la trampa de los ingresos medios y el aprovechamiento del bono demogr\u00e1fico. La demora en la toma de decisiones significar\u00eda una p\u00e9rdida irreparable.<\/p>\n
\nEl bono demogr\u00e1fico es una oportunidad para nuestro pa\u00eds, debido a que la poblaci\u00f3n entre 20 y 65 a\u00f1os es mayor que la suma de los otros segmentos poblacionales, los mayores de 65 y menores de 20. Es decir, la proporci\u00f3n de la poblaci\u00f3n activa y productiva es mayor que la poblaci\u00f3n dependiente. El reto consiste en aprovechar la productividad de esta poblaci\u00f3n \u201cactiva\u201d y reducir la \u201ccarga\u201d de la poblaci\u00f3n mal llamada \u201cdependiente\u201d, con la finalidad de conseguir altas tasas de crecimiento, durante el presente periodo. Pero esto, a su vez, resulta un riesgo, porque es una oportunidad pasajera que, si no es aprovechada, generar\u00eda cargas sociales que en el futuro complicar\u00e1n nuestra sostenibilidad.<\/p>\n
El bono demogr\u00e1fico ofrece un perfil epidemiol\u00f3gico de baja siniestralidad; es decir, la poblaci\u00f3n activa coincide con la poblaci\u00f3n de menores requerimientos sanitarios. La poblaci\u00f3n \u201cdependiente\u201d posee un mayor consumo de los servicios de salud. Si no se emprende un proceso de transformaci\u00f3n y desarrollo en salud, por cuenta de la poblaci\u00f3n activa, es poco probable que existan en el futuro los recursos para sostener una poblaci\u00f3n dependiente m\u00e1s numerosa, con mayor siniestralidad en enfermedades y menores ingresos. Adem\u00e1s no solo es necesario el ahorro econ\u00f3mico para las futuras enfermedades que acarrear\u00e1n el envejecimiento, sino tambi\u00e9n que existan m\u00e9dicos, profesionales de la salud, infraestructura, equipos, insumos y medicamentos. En consecuencia, mayor ahorro, mayor inversi\u00f3n, cerrar brechas, e implementar la medicina preventiva y la promoci\u00f3n de la salud.<\/p>\n
Las propuestas deber\u00edan estar acordes con el contexto y los lineamientos de pol\u00edtica econ\u00f3mica que consagra la Constituci\u00f3n Pol\u00edtica. Las propuestas a contracorriente y sin contexto se convierten en mecanismos de freno y atraso. La marcha econ\u00f3mica y la salud no deber\u00edan estar divorciadas. La trampa de los ingresos medios y el bono demogr\u00e1fico son fen\u00f3menos dependientes del tiempo. El retraso y quiz\u00e1 retroceso de lo avanzado en desarrollo econ\u00f3mico social dependea de la inobservancia y falta de aprovechamiento positivo de esos dos fen\u00f3menos.<\/p>\n
La tarea en salud que debe enfrentar el Gobierno es apalancar en modo positivo esos dos fen\u00f3menos. Sin embargo, no lo podr\u00e1 hacer solo. Requiere, en primer lugar, de la claridad conceptual y de un diagn\u00f3stico de la fase de desarrollo en que se encuentra el Per\u00fa, como pa\u00eds de ingreso medio. Luego construir consensos en torno al aprovechamiento del bono demogr\u00e1fico y evitar la ca\u00edda en la trampa de ingresos medios. Y tercero, liderar un proceso de cambio y transformaci\u00f3n en salud que modifique el paradigma curativo (que nos agobia) por uno preventivo y de promoci\u00f3n de salud, que enrumbe hacia la cobertura universal en salud.<\/p>\n
El contexto actual de desarrollo exige la mirada de mediano y largo plazo. Las transformaciones en salud se insertan en dos variables complejas: una es la falta de profesionales, especializaci\u00f3n m\u00e9dica e innovaci\u00f3n tecnol\u00f3gica; y la otra, el incremento progresivo de demanda de servicios de salud. El bono demogr\u00e1fico, sin embargo, debido a la baja siniestralidad en salud de la poblaci\u00f3n activa, nos permite tener un valioso tiempo que se debe aprovechar para invertir en la educaci\u00f3n de profesionales, en m\u00e9dicos especialistas y en innovaci\u00f3n tecnol\u00f3gica. Y tambi\u00e9n en redise\u00f1ar el Sistema Nacional de Salud para fortalecer el primer nivel de atenci\u00f3n. Es decir, crear la capacidad para atender el 80% de las necesidades de la gente; pero sobre todo, implementar el nuevo paradigma de la prevenci\u00f3n y de la promoci\u00f3n en salud.<\/p>\n
Es probable que el Ejecutivo enfrente estrechez econ\u00f3mica el presente a\u00f1o, y que las pol\u00edticas para evitar la ca\u00edda en la trampa de los ingresos medios limiten la expansi\u00f3n de la inversi\u00f3n. Sin embargo, hacerlo en detrimento de las transformaciones y cambios del sector salud ser\u00eda equivocado. El actual contexto pol\u00edtico exige crear mecanismos de articulaci\u00f3n, coordinaci\u00f3n y complementariedad entre todos los actores involucrados en el desarrollo de la salud. Se debe lograr consensos y una gran alianza entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo para que los cambios y transformaciones gocen de prioridad, adhesi\u00f3n y compromiso.<\/p>\n
Es obvio que los cambios deben sobrepasar la duraci\u00f3n de un Gobierno. Sin embargo, el compromiso con los actores privados, sociedad civil y usuarios resulta clave para asegurar la continuidad y la sostenibilidad del proceso de cambio y transformaci\u00f3n en salud. \u00a1El tiempo y el envejecimiento nunca se detienen!<\/p>\n
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