CARTA ABIERTA DE LA ASOCIACIÓN MÉDICA PERUANA (AMP)
AL
SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DR. ALEJANDRO TOLEDO MANRIQUE
A
LA ASOCIACIÓN MÉDICA MUNDIAL
A
LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS DE COSTA RICA
A
LOS CIUDADANOS PERUANOS
«La
mejor fuente de información son las personas que han prometido no contárselo
a otros.»
Marcel Mart
La primacía del hombre sobre las cosas con respeto a su
ambiente es algo radical, el fundamento de toda justicia.
El mayor ataque a la justicia es convertir al hombre en cosa
o convertirlo en medio.
Las personas tenemos
valores -cualidades de carácter estructural que aparecen dentro del
nivel práctico de las acciones humanas, como resultado de una síntesis entre
la realidad objetiva y la realidad subjetiva- estas prefiguran
en el plano de lo ético y en las exigencias universales de autonomía y de
inviolabilidad hoy conocidas con el nombre de derechos humanos, los
cuales son universales.
El estado original del respeto está basado en el
reconocimiento del propio ser como una entidad única, una fuerza vital
interior, un ser individual en un espacio auténtico de valor puro. Respetar a
alguien es tratarlo de acuerdo a su dignidad. Esta dignidad propia requiere de
los demás un comportamiento adecuado, de modo que las faltas de respeto
voluntarias son una injusticia, por incumplimiento de ese deber. En cambio,
donde hay respeto reina un ambiente cordial y amable, propio de la caridad.
Una persona ocasionalmente en su vida se transforma en
paciente, al establecer una relación con su médico, denominada acto médico.
En este se aseguran los principios básicos de la ética deontológica de no
hacer daño, de hacer el bien, de justicia, de
respeto a la autonomía del paciente y de realizar medios correctos para
fines correctos. Todo ello conlleva al respeto de la dignidad del
paciente y a conservar la información que de este acto se derive en el más
inviolable de los secretos, cual es el secreto profesional del médico.
La sociedad peruana en su historia, en su más absoluto respeto a estos principios, le dio un marco legal amparado en la constitución, en los códigos penal y civil y en las leyes que regentan nuestro sistema de salud actual.
Así, los médicos peruanos hemos desarrollado anualmente hasta 37 millones de actos médicos al año, con una mínima fracción de casos de incumplimiento a estos actos médicos que se ventilan en la Institución que el Estado creó para este fin que es el Colegio Médico del Perú.
La intimidad del paciente y el secreto médico, han sido y son respetados, por los gobiernos democráticos, a quienes los ciudadanos le entregan temporalmente el manejo de sus paises. La Asociación Médica Mundial, ha establecido entre sus políticas el respeto a ambos, la Asociación Médica Peruana, los cumple y vela por el cumplimiento de ellos.
Las dictaduras, aplicando su ética utilitarista, han intentado siempre obtener esta información, no respetando estos principios que toda sociedad , basados en que el fin justifica los medios. El negar esta información, ha significado la pérdida de la vida y de libertad de cientos de colegas en todo el mundo
En un calco soberbio de este totalitarismo, en el Perú la Superintendencia de Administración Tributaria SUNAT, ha iniciado una recolección ilegal de la información magnética la información que procede de las historias clínicas de miles de pacientes, en los diferentes laboratorios, en diferentes clínicas, enviando a posteriori a sus “emisarios” a las casas de los pacientes preguntándoles datos, que están consignados en esas Historias Clínicas que han elaborado los médicos, para cruzar información si es que han sido atendidos y la causa –diagnóstico- por la que han sido atendidos, y por quién, señalando que esa información le ha sido entregada por la clínica –director médico-, o por el laboratorio –director médico- ya que estan buscando información tributaria.
En la historia clínica se consignan datos proporcionados por el paciente al médico, en el que se asegura la inviolabilidad de esta información y especialmente el diagnóstico final, que ahora manejan desde una base de datos cientos de empleados de la SUNAT irresponsable e ilegalmente, llegando a la casa de los pacientes y preguntándoles abiertamente si el dia tal, por el médico cual, en un lugar tal “lo operaron de hemorroides o si le hicieron una liposucción o si le redujeron el busto” o si el dia tal, el médico tal, le pidió el análisis de despistaje de SIDA, y ¿cuanto le cobró?.
Pregunta la Asociación Médica Peruana, ¿Quién asumirá los costos de los juicios que se derivarán de las demandas de los miles de médicos y de pacientes por que han violado su derecho a la intimidad y al secreto profesional?
Por que si eso, lo consideran justo y no ilegal, Estos empleados ¿Han revisado la Historia Clínica o los datos derivados de ella de los padecimientos, de la Sra, Beatriz Merino o del Sr. Javier Silva Ruete, o del Sr. Presidente de la República o de su familia?
La
Asociación Médica Peruana AMP, hace
pública esta carta expresando que
iniciará mañana una querella judicial a la SUNAT, en defensa de los médicos
y pacientes agraviados. Exigiendo sanción penal a quienes ordenaron este
“engendro” contra los principios médicos y derechos de los pacientes, y
exigiendo la reparación civil a los miles de afectados, a quienes invitamos a
inscribir sus casos personalmente o a
través de nuestro correo electrónico, y participar en lo que será un juicio
que llegará a los más altos tribunales de justicia nacional e internacional.
Como paso inmediato y en honor al
compromiso democrático de nuestro país, y en acto de vergüenza y de resquicio
de honor por esta afrenta ala dignidad humana, deben renunciar el señor
ministro de Economía y la Sra. Beatriz Merino a los cargos que le ha conferido
el gobierno.
Atentamente
JUNTA DIRECTIVA AMP