Pronunciamiento

Aumenta el Caos en el Sector Salud

El gobierno ha promulgado la Ley de la obstetriz. Situación que no hace más que aumentar el caos que existe en el sector salud. Están en compás de espera 12 leyes más, de otras tantas profesiones de la salud. Cada una de estas profesiones tienen ley propia que es la ley de creación de los respectivos colegios profesionales. Estas Leyes valoran la importancia de cada profesión de la salud. ¿Porqué entonces nuevas leyes?, los profesionales de la salud arguyen que lo que pretenden es incrementar sus conquistas laborales. Sin embargo, comprobamos que los proyectos aludidos sólo usan como pretexto el reclamo laboral para incluir en sus leyes competencias profesionales mayores. En otras palabras pretenden reemplazar a médicos sin haber estudiado como tales.

Se trata de comprender que los hospitales y centros de salud son establecimientos cuya misión es realizar actos médicos, es decir, prevenir y curar las enfermedades de los ciudadanos. Todas las ciencias básicas como la biología, la psicología, química, farmacia, etc son aplicadas a la medicina por el médico. Ninguna de ellas puede reemplazar a la medicina. Como tampoco un psicólogo clínico, educacional o jurídico puede reemplazar al médico, al maestro o al abogado. Precisamente la medicina es muchos más que cada una de las ciencias que las constituyen.

Todos sabemos que en el Perú existe un divorcio entre las universidades y los establecimientos que emplean a los egresado de sus claustros. El caso del Ministerio de Salud y las universidades peruanas no podría ser la excepción.

La autonomía universitaria permite que cada universidad defina el perfil del egresado de cada profesión de la salud a su manera. Esto trae como consecuencia que con el afán de atraer mas estudiantes, algunas ofrezcan a los postulantes la posibilidad de desempeñarse como médicos en poco tiempo, con carreras mas cortas de la salud. Juegan con las expectativas y estafan a los jóvenes postulantes.

Por otro lado, es el título profesional a nombre de la Nación el que asigna las funciones de cada profesional y no el Ministerio de Salud. Lo que hace el Ministerio de Salud, es reglamentar la organización y las funciones del cargo que ocupa cada profesional.

Sin embargo, lo grave del asunto es que el propio Ministro de Salud no tiene claro cuales son las funciones y competencias de cada profesión de la salud. El Caos lo inició el propio Ministerio de Salud al atribuir funciones médicas a profesionales no médicos con el fin de abaratar costos, aunque también, hay que decirlo, engañando a la población. Los pacientes acuden al médico y el Ministerio de Salud y Essalud les ofrece otro profesional y lo que es más grave aún sin el conocimiento y menos el consentimiento de los pacientes, lo que configura legalmente una estafa. Se ha llegado al extremo de generarse grandes conflictos por la atención de los pacientes entre profesionales. Todo el país ha sido testigo de marchas, huelgas, incluso huelgas de hambre, etc.

Esta situación origina 3 daños:
1.- La ineficacia e ineficiencia de los establecimientos médicos, con grave perjuicio de la salud de la población
2.- La violación del derecho a la intimidad de los pacientes. Los enfermos son desvestidos y revisados en su intimidad, sin la correspondiente confidencialidad y secreto profesional que le da la profesión médica.
3.- Es una estafa de parte de las instituciones médicas públicas ya que al paciente no se le informa que su atención no esta en manos de un médico.
Ahora, en medio del caos, de la protesta, están en compás de espera 12 proyectos de ley más. Se espera mayor conflicto. . Las competencias profesionales de cada profesión que laboran en el Sector Salud no debe dejarse al libre criterio de las propias universidades, y tampoco que las funciones del los profesionales los asigne el ministerio de Salud, por ello el Congreso de la República debe legislar sobre competencias de los profesionales que laboran en el sector Salud, unificando criterios mínimos, evitando así que se juegue con las expectativas y aspiraciones de los jóvenes peruanos. No hay que olvidar que las leyes fijan las condiciones para autorizar el funcionamiento de las universidades.