Herberth Cuba García
En días recientes el Ministro de Salud ha declarado que aplicará un descuento muy significativo al tarifario de los establecimientos del Ministerio de Salud que brindan atención al Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT). Reconoció asimismo que el ministerio no puede trabajar con tarifas subsidiadas. Sin embargo se ha promulgado una rebaja del tarifario, aunque las aseguradoras exigen más. ¿Reconoce el Ministro de Salud que se equivocó, o es victima de una fuerte presión por parte de las compañías aseguradoras? Es normal que las tarifas cubran los costos reales de atención y además generen una utilidad con la finalidad de mejorar la calidad de atención de los pacientes. Esto se logra con mejores equipos y suministros y con un adecuado desarrollo de la fuerza laboral.
El Seguro Obligatorio de Accidentes de Transito (SOAT) tiene 3 actores principales con intereses divergentes. Las compañías aseguradoras, que ya han cobrado por adelantado y como es evidente desean que ningún asegurado haga uso del seguro y de hacerlo se haga al mínimo precio. Los hospitales públicos o privados o mixtos, en legítima competencia desean hacerse de los pacientes con el afán de obtener ganancias, por atender a los pacientes cobrándole luego a las aseguradoras, para mantenerse y de ser el caso crecer. Y finalmente los pacientes que desean una atención de calidad.
Las declaraciones del Ministro de Salud demuestra que las aseguradoras desean atender a sus pacientes sólo en los hospitales públicos a tarifas subsidiadas. Si las tarifas del sector público son elevadas las aseguradoras tienen todo el derecho de llevar a sus pacientes al sector privado. Es legítimo suponer que la libre competencia debe premiar al que brinde mejor calidad al más bajo precio. Si el estado interviene el tarifario hacia abajo subsidiando con el dinero de todos los peruanos, no habrá dinero necesario para el subsidio, salvo, afectando otros rubros, impidiendo la modernización hospitalaria y la elevación de la calidad de la atención médica.
El ciudadano, potencial paciente, observa entre la espada y la pared el conflicto de intereses entre las aseguradoras con el Ministro de Salud. Si el estado baja el tarifario, y subsidia a las aseguradoras, significa menos fondos para los hospitales, menos equipos, capacitación y por lo tanto disminución de la calidad de la atención médica. Por otro lado si se permite que suban las primas, una vez más pagan los pacientes.
Las declaraciones del Ministro de Salud ocurren cuando las reglas de juego están dadas con un activo rol de su sector al definir el tarifario que dieron señales claras tanto a las aseguradoras como a los usuarios y a menos de un mes de haberse concluido el proceso de adquisición del SOAT.
El avance logrado en el establecimiento obligatorio del SOAT, se basa en el equilibrio entre los prestadores de los servicios de salud, los financistas (aseguradoras) y también en las necesidades y deseos de lo ciudadanos, potenciales pacientes. El subsidio estatal significa la tergiversación del sistema y de consumarse lo advertido por el Ministro Carbone configuraría una estafa de grandes proporciones.
ASOCIACIÓN MÉDICA PERUANA